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“Black Mirror: Bandersnatch”: ¿Quién tiene el control de tu vida?

Antes del estreno de cada producto de “Black Mirror” siempre hay rumores y especulaciones. Suele haber un halo de misterio y sorpresa a su alrededor cada vez que se habla sobre esta maravillosa producción británica que muestra las dos caras de la tecnología: la innovación con sus beneficios y soluciones, pero también con su control y su perdición.

En este caso, hoy se estrenó una película interactiva al estilo literario “Elige tu propia Aventura”, donde el mismo espectador forma parte de la historia, realizando las diversas decisiones que tomará el personaje principal. Sin la posibilidad de retroceder o adelantar, saber cuánto tiempo llevas viendo la trama, ni verlo en cualquier tipo de dispositivo (en Chromecast por ejemplo no funciona), el público será testigo de una experiencia que lo dejará reflexionando un largo tiempo.

La cinta se centra en Stefan, un joven de 19 años que vive con su padre y que es fanático de los videojuegos, a tal punto que está desarrollando uno propio que le presentará al dueño de una importante empresa llamada Tuckersoft. Se trata de Bandersnatch, que está basado en un libro donde también el lector puede elegir entre distintos caminos que tomar. A partir de entonces, la audiencia tomará el mando de los diversos escenarios por los cuales transitará Stefan. ¿Lo hará?

En primer lugar, es interesante el planteo que hace la historia, donde se está desarrollando un videojuego donde el usuario puede determinar el camino del protagonista, lo mismo que estamos realizando nosotros con Stefan. Y, a su vez, también estamos metidos dentro de esa realidad. Uno tiene que elegir entre dos opciones, pero en muchas oportunidades algunas no parecen ser las correctas y, de alguna manera, los creadores del film se las ingenian para volver a empezar y manipularte para que tomes otro de los caminos. Por un lado eso es un poco molesto, porque nos hacen creer que tenemos un control que en realidad no poseemos del todo, pero si nos ponemos a pensar en los diversos conceptos que se analizan en la historia, todo tiene mucho sentido. Se habla justamente de nuestras decisiones, de realidades paralelas, de nuevas maneras de ver el mundo, del control de nuestros actos y de nuestro propio destino. Es entonces donde nos podemos dar cuenta que tampoco somos capaces de utilizar el libre albedrío, sino que nos limitamos a seguir las reglas del producto de Netflix que nos propusieron sus creadores.

Por otro lado, tenemos algunas cuestiones atractivas, como la ruptura de la cuarta pared donde el protagonista logra interpelar al mismo espectador y la autoconciencia de ciertas decisiones. Asimismo, tenemos los clásicos easter eggs siempre presentes en los capítulos de “Black Mirror”, donde los autónomos episodios se unen de alguna manera. En este caso vemos alusiones a «Metalhead» o «San Junipero».

La historia en sí no significa mucho, es una trama sencilla con muchos caminos para tomar, pero que no se aleja de un argumento convencional. Todo el elenco se encuentra muy bien en sus papeles, como también la ambientación de época, con su música y sus objetos. Pero nada de esto importa del todo, porque la cinta busca impactar más con el cómo que con el qué. Esta forma interactiva que involucra al público es una nueva manera de consumir entretenimiento, haciendolo partícipe activamente de lo que le sucede al protagonista. Una experiencia que vale la pena ver unas cuantas veces para conocer los distintos finales a los que está destinado Stefan.

Trailer:

 

Samantha Schuster

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