«Black Mirror» S05E03: «Rachel, Jack y Ashley Too»

El tercer y último capítulo de esta quinta temporada de «Black Mirror» se mete de lleno en el mundo de la industria musical y busca teorizar sobre la explotación de los artistas jóvenes y su progresiva conversión en meros productos de consumo. Un episodio que se aleja del nivel de sordidez y oscuridad que supo presentar la serie en sus inicios pero que mediante la parodia y la comedia logra llevar al mismo puerto a los espectadores que se animen a adentrarse en esta particular y entretenida entrega.

“Rachel, Jack y Ashley Too“ cuenta la historia de Rachel, una adolescente solitaria (Angourie Rice), que se obsesiona con una muñeca robot basada en su ídolo del pop, Ashley O (Miley Cyrus), justo cuando la vida de la verdadera Ashley comienza a desmoronarse. Lo que sucede es que la joven artista empieza a descubrir que fue manipulada por su tía/manager (Susan Pourfar) para explotar su talento y convertir su música en un simple producto comercial. Cuando Ashley busca cortar todo tipo de vínculo con su tutora, esta decide ponerla en un coma y extirparle, mediante una sofisticada máquina de tecnología de punta, las canciones directo de su mente. Mientras tanto, Rachel y su hermana Jack (Madison Davenport) discuten por la obsesión de la primera con la artista (y con su muñeco interactivo) devenida en una progresiva alienación que la margina del resto de sus compañeros de colegio y de hacer nuevas amistades. No obstante, luego de una falla en el sistema las hermanas intentarán reparar la muñeca y accidentalmente borrando la “limitación de sistema” o firewall de la pequeña robot haciendo que cobre conciencia de sí misma ya que es una réplica de la mente de la famosa cantante. Este trío improbable unirá fuerzas para salvar a la estrella pop de carne y hueso de las garras de su nefasta tía que busca lanzar un nuevo producto “Ashley Eternal”.

El episodio quizás sufra de ser bastante extenso, a diferencia de otros capítulos, y de su ritmo, pero en el tercer acto cobra mayor fuerza al presentar a este trío impensado que busca dar un golpe con toques de “heist movie” y cuando crece en sátira y sarcasmo. Miley hace un trabajo excelente en esta especie de autoparodia al igual que Rice y Davenport que demuestran tener timing tanto para los momentos cómicos como para el drama y la tensión. Las canciones son bastante pegadizas y dan justo en la tecla con la crítica que quiere realizar la serie de Brooker y el tono que le dio la directora noruega, Anne Sewitsky («Happy, Happy»). Como dato de color, las canciones interpretadas por Ashley a lo largo del episodio son remixes de canciones de Nine Inch Nails: «Head Like a Hole» fue retitulada «On a Roll», y «Right Where It Belongs», la cual también fue adaptada para el episodio. Trent Reznor aprobó las adaptaciones con las letras reescritas de Brooker para hacer las canciones más «alegres». También se realizó una nueva versión de «Damage» titulada «Flirt», pero no llegó al corte final.

“Rachel, Jack y Ashley Too” compone un atractivo y super disfrutable final de temporada para «Black Mirror». Si bien el capítulo presenta ciertas falencias o problemas de tono, sí mantiene el carácter de protesta/denuncia del uso nefasto que se le puede dar a las nuevas tecnologías. Y si bien algunas cuestiones se pueden ver actualmente, aquí son llevadas al extremo para prevenir sobre ciertos aspectos, en esta oportunidad en el ámbito musical.

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *