«Buenos días, Verónica»: generar conciencia mediante el entretenimiento

Cada vez más son las series de ficción que buscan visibilizar distintas problemáticas sociales, las cuales no se quedan en el mero entretenimiento sino que van más allá, dejando una huella y generando conciencia. Si bien «Buenos días, Verónica» no es del todo original, lo que realiza es más que enriquecedor y satisfactorio.

Basada en la novela homónima de Andrea Killmore (pseudónimo de la criminóloga Illana Casoy) y del escritor Raphael Montes publicada en 2016, «Buenos días, Verónica» es una serie brasileña de Netflix que se centra en Verónica Torres, una secretaria policial de una comisaría de San Pablo, que luego de presenciar un suicidio decide investigar por su cuenta el caso que llevó a esa joven a tomar esa drástica decisión. Además, eso la conectará con otra mujer maltratada por un hombre.

La serie pone al descubierto las distintas formas de violencia hacia la mujer, ya sea a través del engaño, el maltrato físico o psicológico, de una manera bastante explícita y fuerte. Algunas de las situaciones que se presentan son un poco impresionables para ver pero son necesarias para mostrar lo que verdaderamente sucede, porque la realidad tampoco es sutil y existen muchos hombres que tratan así a sus esposas, novias o hijas.

Además, se vislumbran los esfuerzos de las autoridades que están realmente comprometidas con ayudar a las víctimas, como también se muestra a aquellas que las tratan como a un caso más y que se encuentran bajo el sistema patriarcal, incomodándolas con sus interrogatorios o como si fuera su culpa lo que les sucedió. Es así como vemos las dos caras de la misma moneda; los dos extremos de la policía brasileña pero que puede ser tomado de manera universal.

A lo largo de sus ocho episodios, la serie mantiene un clima de tensión constante, porque expone una y otra vez a sus protagonistas al peligro, el cual va escalando capítulo a capítulo. De esta manera, el espectador se encontrará alerta todo el tiempo sin poder sacar los ojos de la pantalla para ver cómo terminarán todas estas mujeres.

Hay que rescatar el trabajo que realiza todo el elenco, no existe ningún personaje de más ni cuya actuación se sienta incorrecta, sino que cada uno se transforma en una pieza fundamental para el rompecabezas que se va a armando. Porque lo que empieza como un pequeño caso, un caso individual, termina desembocando en algo mucho mayor. Principalmente debemos subrayar el trabajo de su protagonista Tainá Müller, quien se pone en la piel de esta joven perturbada por un pasado que sigue latente y que tiene mucho que ver con su familia, con su identidad y su trabajo pero que hará lo posible por salvar a aquellas mujeres. Comenzará un camino de descubrimiento sobre la verdadera cara de la policía y la justicia, mientras tratará de hacer lo correcto. Se muestra empática, valiente y dispuesta a todo por descubrir la verdad, algo que la actriz transmite con mucha credibilidad. También sobresale Camila Morgado como Janete, una mujer que sufre en carne propia los abusos de su marido y que con la ayuda de Verónica intenta salir adelante. Su personaje es uno de los grandes protagonistas de la tensión y sus decisiones nos tendrán al filo del asiento. Eduardo Moscovis, por su parte, como el esposo de Janete, también hace una buena composición a la hora de realizar a este hombre con una personalidad cambiante que nos helará la piel con sus actos.

En síntesis, «Buenos días, Verónica» es una serie brasileña impactante que atrapa al espectador a través de un thriller tensionante que va escalando con el correr de los episodios como también la importancia que tiene a la hora de visibilizar temáticas como la violencia de género desde una mirada muy empática y crítica. Una historia de la cual seguro pronto veremos una continuación.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

 

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