34° MDQ Film Fest: «La virgen de agosto» de Jonás Trueba (2019)
En el marco de la Competencia Internacional en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se proyectó el nuevo film del español Jonás Trueba, protagonizada y coescrita por Itsaso Arana. Con el verano ibérico como contexto, “La virgen de Agosto” nos sumerge en el calor de la ciudad y el autodescubrimiento.
Desde la realización la describen como una película diario, y esto es cierto porque en “La Virgen de Agosto” nos introducimos durante quince días en la vida de Eva, una madrileña a punto de cumplir 33 años, que decide pasar el verano, temporada de verbenas en España, quedándose en su ciudad.
Un punto a destacar acerca de esta cinta es que logra retratar muy acertadamente el aura veraniego, con sus colores cálidos en la fotografía y el relato de las interminables y ociosas noches de verano. Además, crea un clima de intimidad y apunta a retratar los conflictos a los que nos enfrentamos a medida que vamos creciendo, con las crisis existenciales que este proceso conlleva. El cambio, el hacerse una persona “de verdad” y el encontrarse a uno mismo son cuestiones a las que se hace referencia en repetidas ocasiones a lo largo de la cinta.
Por otra parte, las actuaciones son correctas. Itsaso Arana interpreta a Eva con frescura y naturalidad, pero lo cierto es que el personaje no exige mucho más que eso. Sin dudas, la construcción de los personajes no es un punto fuerte de “La Virgen de Agosto”: de Eva no sabemos demasiado, y los secundarios parecen tan sólo piezas de su verano.
Así, la película se queda a mitad de camino e incluso peca de falsa profundidad. Si bien tenemos los monólogos (o quizás convenga llamarlos reflexiones) que la protagonista da en conversaciones con extraños (o casi extraños), ninguno de los tópicos que vertebran la historia son explorados en profundidad. Y esto no solo sucede con los temas que intenta abordar, sino que se repite con muchos de los personajes, que nos son introducidos y después descartados. El problema es que abre más aristas de las que puede llegar a tocar.
Entonces, el resultado de “La Virgen de Agosto” es bastante confuso. Durante la primera hora entretiene, pero de ahí en más agota por la falta de nudos argumentales. Además, se comienzan a tomar decisiones y a generar situaciones que solo vuelven más denso el ritmo y que no tienen demasiada fundamentación narrativa, como es el caso del final.
En resumen, “La Virgen de Agosto” triunfa en retratar, incluso desde lo visual, el verano. Pero no logra ir mucho más allá que esto. Es un retrato de la vida misma, sin demasiado que contar, desaprovechando oportunidades para explotar temas interesantes.
Puntaje:
Tráiler:
Micaela Gallo