FESTIVALES

40º MDQ Film Fest: «La Casa» de Gustavo Treviño (2025)

Hugo Vaca (Diego Peretti) es despedido luego de muchos años de trabajo en una multinacional. La dura realidad del mercado laboral, que le impide conseguir un empleo de forma inmediata, hace que evalúe distintas opciones desesperadas para obtener un ingreso y no perder el hogar que tanto esfuerzo le costó reconstruir y mantener. Por medio de un amigo se conecta con un grupo de inversores que le ofrecen comprar su casa, valuada en un millón de dólares, al 50% de su valor, pero que le permite poder habitar el lugar hasta que muera. Acorralado acepta el trato, pero las cosas terminan complicándose mucho más de lo que esperaba.

Gustavo Treviño presenta «La Casa», una película nacional que comienza ahondando en problemáticas actuales como el desempleo, la crisis económica, la falta de oportunidades para que personas mayores se reinserten en el mercado laboral y las consecuencias que genera perder la única fuente de dinero. Este puntapié inicial va a derivar en un thriller psicológico que va aumentando en intensidad con el correr del relato.

El film logra combinar de buena manera el suspenso/la tensión con momentos de comedia negra para acrecentar ese sentimiento de incomodidad por el que atraviesa el protagonista. Él quiere conservar su casa, no solo por ser el espacio que habita sino también por cuestiones más simbólicas y representativas, como si se tratara de un refugio y el último bastión de su dignidad. Para conseguirlo se va a enfrentar a situaciones tan absurdas como peligrosas, provocando ciertas risas en el espectador por el clima enrarecido y los personajes muy particulares con los que se encuentra.

Diego Peretti hace un gran labor para componer este personaje, un hombre talentoso en su trabajo pero que no puede volver a insertarse en el mercado laboral por su edad y falta de actualización, sobre todo a nivel tecnología e idiomas. La desesperación e incertidumbre que toda esta situación genera en él provocará una transformación que lo irá llevando por un camino de locura y ruptura de reglas. Su interpretación es más contenida, ya que gran parte de su viaje emocional pasa más por dentro. El resto del elenco también se encuentra muy bien, sobre todo César Troncoso como el intermediario entre el protagonista y los inversores, una persona especialmente extraña y turbia pero que va a ayudarlo; Mariano Argento como el inversor principal, que ve la casa como un negocio más, sin ningún tipo de valor sentimental; y Fabián Arenillas, que si bien su personaje desaparece hacia el final de la cinta, compone de buena manera al amigo que aconseja realizar este intercambio. Son todos personajes ambiguos que no sabemos bien de qué lado se encuentran, si van a traicionar al otro o cómo van a reaccionar.

Como decíamos, la casa no solo es una de las principales locaciones de la historia, sino sobre todo el punto de conflicto entre el protagonista y el resto de los secundarios. Es el escenario donde se va a librar una batalla moral, de poder.

El giro narrativo del final es tan inesperado como potente, aunque tal vez luego el espectador espera una resolución más a la altura de todo ese clima opresivo y de tensión que se vino trabajando y puede ser que se sienta un poco desinflado.

De todas maneras, «La Casa» resulta ser un thriller psicológico muy bien realizado. Ahonda en problemáticas actuales de la sociedad argentina, como el desempleo y la crisis laboral en cierta edad, para traernos un relato a pura tensión, suspenso y comedia negra que funciona muy bien a la hora de incomodar y sorprender al espectador. Buenas actuaciones y trabajo de ambientación redondean esta lograda historia.

Puntaje:

 
 
 

Samantha Schuster

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