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“Breaking Bad”, la obra maestra de las series de televisión

Es muy probable que «Breaking Bad» haya llegado al techo de lo que puede dar una serie televisiva. Su historia fue todo lo que tuvo que ser: no se rebajó a ningún lugar común ni cedió ante la tentación de sobre-extenderse por razones de rating. Sujeta a una narración estricta, no nos decepcionó con irrelevantes escenas de gloria épica, ni historias románticas de relleno. Parece como si se le hubiera plantado al espectador, diciéndole: “Esto es lo que hay. Si no te gusta, andate a ver la novela de la tarde”.

Hay al menos cinco razones por las que se puede decir que “Breaking Bad” marcó un antes y un después:

1 – Su trama es una apuesta arriesgada.

Cuenta una historia que nunca se traicionó a sí misma y se desarrolló sin tratar de complacer a nadie… ¿Querés acción? Vas a tener que esperar… La trama comienza alrededor de Walter White, un profesor de química poco respetado, que toca fondo cuando le es diagnosticado un cáncer fulminante. Los primeros capítulos no ofrecen un gancho aparente.

Con sus dos trabajos mal remunerados, Walter no puede acceder al tratamiento que podría salvarlo, por lo que entra al mundo de la droga en un intento de sobrevivir y liberar a su familia de las deudas de su enfermedad. Pronto comienza a emerger su lado oscuro, Heisenberg, su alias en el mundo del narcotráfico. Gramo a gramo de metanfetamina, Heisenberg va eclipsando a Walter White, hasta que nos vemos envueltos en una espiral inhumana de delitos, crímenes y atroces consecuencias.

2- Los personajes no son buenos ni malos. Los actores, excelentes.

Si sos de esos espectadores que necesita enamorarse de los protagonistas, esta serie te la pone difícil -al menos de entrada. Ninguno es demasiado lindo, demasiado fuerte o demasiado noble.

«Breaking Bad» no plantea héroes. Tampoco hay villanos totales. Al principio los personajes pueden llegar a generarnos cierta pena o irritación. Pero en un punto nos vemos reflejados en esa dualidad en permanente evolución y para ese entonces ya estamos adentro.

La metamorfosis de Walter White en Heisenberg le ha ganado a Bryan Cranston – el  actor que lo interpreta- varios premios Emmys, un globo de Oro y el reconocimiento de todos los públicos.

Jesse Pinkman comienza como un descarriado estudiante de química, con una grave adicción a la droga. A primera vista parece débil y hueco, pero luego demuestra sensibilidad y cierta solidez moral. Desarrollará una relación de amor-odio con Heisenberg, uno de los vínculos más complejos de la ficción. Pinkman es uno de los personajes más queribles de BB. Lo vemos superarse,  rebelarse, enamorarse, sufrir. Y le creemos todo. ¡Bravo, Aaron Paul!

Hank Shrader: este recio policía de la DEA durante varias temporadas persigue al misterioso Heisenberg, sin sospechar que pueda ser su cuñado. Un sabueso implacable, con cierta nobleza, pero dominado por su ego.

Saul Goodman, un encantador abogado con pocos escrúpulos, que presta una cuota de comedia a este drama. Su arrollador carisma y genialidad derivó en un exitoso spin-off de BB: “Better Call Saul”.

Mike, el matón de pocas palabras, mirada elocuente y lealtades reservadas. No tiene reparos en asesinar a sangre fría pero también es el tierno abuelito de Heidi. ¡Y es convincente en ambos roles!

Gus Fring, también conocido como el “Señor Pollo”. Frío y calculador, este narco opera desde un anonimato total bajo la apariencia del complaciente y  sumiso gerente de “Los Pollos Hermanos”.

Los Salamanca, inolvidables, coloridos, vibrantes de encanto latino. Si no fueran tan peligrosos, su locura sería divertida.

Skyler, la contradicción hecha mujer. A pesar de una constante mirada de reproche hacia su marido, maneja la logística del negocio con fría eficiencia.

3- Estilo visual único.

«Breaking Bad» nos deleita con un estilo casi cinematográfico, jugando con luces y sombras, colores y perspectivas de cámara sin precedentes en la pantalla chica. Lo visual siempre sirve a un objetivo narrativo.

Presume de paisajes icónicos recurrentes como la autocaravana de Walter en el desierto de Nuevo México, las calles vacías de Albuquerque, la fachada del hogar de los White.

Otra imagen que dice más que mil palabras es la de las pilas de fajos de billetes de dólares inútilmente escondidos en contenedores, o  enterrados dentro de siete barriles en el desierto. Millones que no pueden comprarle lujos a la familia White y mucho menos tranquilidad.

4- Escenas memorables.

«Breaking Bad» nos desconcierta con escenas que combinan lo brutal con lo ridículo. Nadie olvidará a Walter en calzoncillos en el desierto cocinando metanfetamina o caminando desnudo en el supermercado. No supimos si reírnos o gritar horrorizados al ver a Walter y Jesse en un amateur intento de deshacerse del cuerpo de Krazy-8. Constantemente combinando lo morboso con lo absurdo, BB muchas veces nos deja boquiabiertos con su negrísimo humor.

5- Frases emblemáticas

Un inagotable surtido de líneas memorables, frases certeras y bien pensadas, es otro de los grandes legados de esta serie. Entre tantas:

  • “Yeah bitch” (Sí, perra) – Jesse Pinkman.

  • “Alguien tiene que proteger a esta familia del hombre que protege a esta familia»-  Skyler White.

  • “No estoy en peligro. Yo soy el peligro “-Walter, reafirmando su poder ante su esposa.

  • “Dí mi nombre.” Heisenberg, exigiendo la reverencia de otros jefes narcos.

Pero todo lo bueno debe terminar. Es así que la historia perfecta tuvo su cierre impecable. Y los fanáticos celebramos pero también sufrimos ese final. Cuando termina una serie, es inevitable el sentimiento de pérdida en sus seguidores, ya que – a diferencia de las películas- nos acompaña por un período más extenso de nuestras vidas.

Sus personajes vivirán para siempre en nuestras mentes y un rato más en “Better Call Saul”. Vendrán otras series y las comparaciones serán odiosas.  ¿Será igualada alguna vez? Eso todavía está por verse. Lo que es innegable es que «Breaking Bad» subió la vara de la ficción televisiva y no nos deja otra alternativa que ponernos de pie y aplaudir.

Valeria Dhers

Un comentario en «“Breaking Bad”, la obra maestra de las series de televisión»

  • GENIAL!! FUE ASÍ TAL CUAL , UNA SERIE QUE NUNCA SE DESVIRTUÓ. MAGNÍFICA!!!

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