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Crítica de «Exterminio: La Evolución» de Danny Boyle (2025)

Casi 28 años después de «28 días después», el mismo dúo de director y guionista nos trae una más que sorpresiva secuela de aquella película que sin ser de zombies se encargó de revivir el género durante los 2000s. Esta vez el foco es en un Reino Unido salvaje en el que pocos humanos sobreviven entre jaurías de infectados, atrapados debido a una cuarentena de las islas impuesta por el resto de las naciones hace casi tres décadas.

El protagonismo se reparte entre una familia que es parte de una gran comunidad de docenas de supervivientes que trabajan la tierra y crían unos pocos animales para sobrevivir en una pequeña península accesible solo unas horas al día debido a la marea. Aunque esta es principalmente la coming of age de Spike, un joven de 12 años empujado tempranamente por su padre (Aaron Taylor-Johnson) a salir a cazar por primera vez mientras que en su hogar descansa su madre (Jodie Comer), exhausta debido a una enfermedad que la falta de doctores convierte en lenta condena. El universo de Spike no solo se ensancha al salir al mundo sino también se revoluciona al escuchar que en el continente se esconde un misterioso doctor que parece haber perdido la razón y que podría ser la única esperanza para su madre.

La dirección de Danny Boyle («Trainspotting», «Slumdog Billionaire») sumada al guion de Alex Garland («Ex Machina») ya garantizan que esta es una película no solo entretenida sino altamente disfrutable. Pero lo que vale destacar es que las decisiones creativas de la narrativa de Garland junto al tratamiento visual de sus temáticas por parte de Boyle se encargan también de alejar totalmente la peli del peligro de las primeras partes: ser genéricas. Después están las garantías del estilo de ambos cineastas que ya demostraron durante toda su carrera y en particular en su otra gran obra conjunta: la joya algo subvalorada de ciencia ficción «Sunshine». Boyle se encarga de darle a todas las secuencias de acción una adrenalina frenética muy movilizante, y Garland asegura que en una sola narrativa haya ensambladas dos o tres películas de géneros diferentes. Este film es un excelente coming of age, una gran adición al canon post apocalíptico y logra entre tanto buen uso de tropes crear significado propio.

La decisión de transformar a los infectados en animales salvajes, y al Reino Unido en general en un continente librado casi totalmente de humanos logra que todo momento se convierta en una escena rápida de acción sangrienta o una secuencia de suspenso esperando encontrar lo inevitable. Ambas funcionan de gran manera, mientras que el pulso experto del dúo creativo logra que no cuestionemos demasiado los momentos más tranquilos de desarrollo de personaje. Las jaurías de infectados, los arcos con flecha y la falta de tecnología hacen que sea casi un viaje en el tiempo, aunque la inclusión de nuevos infectados alfa que sirven como líderes estratégicos y fuertes nos traen de vuelta a la modernidad evidenciando esa lógica casi de videojuego que Garland suele incluir en sus guiones. Pero incluso esos detalles terminan haciendo que además de una excelente película, «28 Years Later» sirva como un intrigante primer paso en lo que parece ser una nueva trilogía.

«Exterminio: La Evolución» es una recomendación fácil no solo para fanáticos de Boyle o Garland, sino para cualquiera con ganas de bajarse un balde de pochoclos en medio de mucha acción, un par de sustos y risas e incluso alguna que otra lágrima que se ganan los momentos finales. Al fin de cuentas, el mayor triunfo de la cinta es que por segunda vez lograron dentro de esta ahora franquicia crear una evocativa analogía de cómo se siente sobrevivir sus respectivos tiempos: si los principios de los 00s se sentían como despertar entre un mar de zombies, estos 2020s sin duda han regresado al mundo a peligros de tiempos pasados. Lo único que queda por ver es si lo que le sigue en esta nueva trilogía está a la altura de uno de los mejores primeros pasos de los últimos tiempos.

Puntaje: 


 
 
 
Tráiler:


 
Leandro Porcelli

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