Crítica de “Iron Man 3” de Shane Black (2013)

Con “The Avengers” concluyó la primera fase del Universo Cinematográfico de Marvel. En su momento, “Iron Man” (2008) fue la película que comenzó con este mundo compartido de superhéroes y es también la encargada de abrir esta segunda etapa. No le tocó una tarea fácil, ya que Los Vengadores dejaron la vara muy alta en cuanto a su historia y su despliegue de producción. Pero con algunos traspiés en su comienzo, la tercera parte del hombre de hierro nos deja una buena experiencia y cumple con su propósito de entretener a la audiencia.

Luego de los eventos de “The Avengers”, Tony Stark deberá lidiar con una especie de estrés post-traumático, al mismo tiempo que tendrá que enfrentarse con un nuevo terrorista que amenaza la seguridad de Estados Unidos y un científico que conoció años atrás y que ahora se interpondrá en su camino.

La película empieza de una manera un poco lenta, aburrida y trastocada, para luego ir encaminándose poco a poco. Es así como finalmente logra otorgarnos un film entretenido, con varias secuencias de acción con mucho despliegue y un humor muy marcado como este personaje nos tiene acostumbrados. Sin bien en esta oportunidad tenemos un cambio de dirección (Jon Favreau, quien estuvo a cargo de los proyectos anteriores le cedió su lugar a Shane Black), el realizador continúa apoyándose en la idea de que Iron Man es el superhéroe más divertido de este universo para ofrecer diálogos cómicos incluso en los momentos más tensos para crear un efecto. A pesar del excesivo humor no se siente como un abuso o como que los chistes están de más.

Por otro lado, es una cinta que nos otorga varias sorpresas a lo largo de la trama, muchas de ellas con golpes de efecto graciosos y otros impactantes. Al principio tal vez algunos de estos giros se pueden prever (como la complicidad de ciertos personajes), pero en la mayoría de los casos tomará desprevenido al público.

Con respecto a los personajes, en esta oportunidad tenemos la incorporación de nuevos villanos, que al igual que en el segundo film de “Iron Man”, se presentan varios antagonistas a los que se tiene que enfrentar Tony Stark, que con el correr del relato terminan conformando un enemigo común. Estos contrincantes no tienen demasiado peso (sobre todo uno después de una gran revelación) ni se observan motivaciones claras. Sus objetivos son corruptos pero sin ningún propósito general. De todas maneras, son funcionales a la trama para que la misma avance y hacen que Iron Man se pueda lucir. Y dentro de los ya conocidos, las participaciones secundarias de Pepper y Happy cobran un poco más de protagonismo dentro de esta historia, sobre todo del interés amoroso de Stark. Por otro lado, Tony presenta también una buena química con un niño que se topa a lo largo de la historia y que plasman logrados momentos de “padre e hijo”, aunque con más humor irónico que emotividad.

En cuanto a las temáticas, se repite un poco el análisis y la crítica hacia los experimentos que realizan los seres humanos y a cómo se terminan superando los límites permitidos dentro de la ciencia por el ego para conformar personas perfectas sin falla alguna.

“Iron Man” siempre se destacó por su banda sonora, con temas de rock muy reconocidos, que iban en concordancia con la personalidad de su personaje principal y los instantes por los que transitaba. En este caso, sin embargo, la música no está tan aprovechada. No desentona, pero tampoco sobresale dentro de las escenas de acción, que es uno de los puntos más logrados del film, con explosiones y un gran despliegue visual. Son aquellos momentos en los cuales la acción se mezcla con el humor y se ve la esencia de lo que significa “Iron Man”.

En síntesis, la tercera parte de “Iron Man” tiene sus altibajos, ya que comienza de una manera lenta, con villanos que tal vez no están al altura de su protagonista, pero luego se acomoda para brindarnos una historia entretenida, con secuencias de acción maravillosas, mucho humor ácido e irónico para divertir al espectador, logradas actuaciones y varios giros narrativos sorprendentes.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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