FESTIVALES

34° MDQ Film Fest: «Jojo Rabbit» de Taika Waititi (2019)

«Jojo Rabbit» sigue a Jojo Betzler (Roman Griffin Davis), un joven y solitario niño alemán, que pertenece a las Juventudes Hitlerianas. Al ser tímido e introvertido y poseer escasas amistades, su imaginación lo lleva a crear un amigo que lo ayuda a lidiar con sus problemas personales. Dicho amigo no es otro más que el mismísimo dictador Adolf Hitler (personificado por Taika Waititi). Su vida iba relativamente bien con un fanatismo exacerbado hacia el nazismo, su simbología y sus despiadadas prácticas hasta que su mundo da un giro de 180 grados al descubrir que su joven madre Rosie (Scarlett Johansson) esconde en su ático a una niña judía (Thomasin McKenzie).

Por Micaela Gallo

Hay poco que se le pueda señalar a «Jojo Rabbit». Además del excelente ritmo que caracteriza al estilo de Waititi y las desopilantes interpretaciones, el mayor acierto del director es volver comedia uno de los regímenes más trágicos de la humanidad sin alivianarlo. Con un tono satírico que no se abandona ni en los momentos más trágicos —que también están muy bien trabajados y hacen que el espectador pase de un estado de ánimo al otro sin mediación—, consigue retratar el dramatismo desde una óptica distinta, lejos de banalizarlo. Lograr esto no es tarea fácil, considerando que es un tema sensible, pero el cineasta lo hace con éxito.

Con un elenco compuesto por caras conocidas como Sam Rockwell, Scarlett Johansson y Rebel Wilson, quien verdaderamente se destaca es Roman Griffin Davis en la piel del protagonista, Jojo Betzler. Incluso por momentos resulta difícil creer que es su debut en la gran pantalla.

«Jojo Rabbit» funciona como una película en sí misma, con un guión sólido e ingenioso compuesto por Waititi, pero también triunfa en dos otros cometidos: por un lado, posiciona a este director neozelandés como un nombre a tener en cuenta dentro de la nueva camada de jóvenes cineastas y, por el otro, en demostrar que también hace un increíble trabajo como actor de comedia encarnando a Hitler, que es el amigo imaginario del protagonista. Sin dudas, los mejores momentos de la cinta son compartidos por la excelente dupla que forma junto a Jojo, y a sus hilarantes diálogos.

Puntaje:

 

 

Por Martín Goniondzki

Desde el primer minuto del film queda establecido el tono que mantendrá la cinta en sus siguientes 108 de duración. La apertura muestra imágenes de archivo de Hitler mezclados con una versión musical en alemán de «I want to hold your hand» y mostrando la reacción del público como equivalente al recibimiento que tuvieron los Beatles en su primera visita a Norteamérica. Ante ese panorama, el descarrilamiento podría ser inminente pero Waititi es un autor sin miedo al qué dirán y utiliza todos los medios disponibles para el absurdo y la comedia políticamente incorrecta.

El guion fue una pieza fundamental, y si bien por momentos hay algunas secuencias anticipables o previsibles en el camino de Jojo hacia el entendimiento, la empatía y la moralidad, está muy bien trabajada la relación entre la comedia y el drama. El film da lugar para la reflexión sobre el fanatismo, la xenofobia, los preconceptos y el poder de la propaganda masiva desde la mirada juvenil e inocente de un niño que fue permeable a ideales perversos, dejando en evidencia los peligros a los que conducen los prejuicios y las ideas extremistas.

«Jojo Rabbit» es una apuesta arriesgada de Taika Waititi que funciona por su audacia y su valentía. Con un guion efectivo que fue entendido a la perfección por un elenco más que talentoso, el relato resulta desembocar en un film irreverente que demuestra el poder del humor ante estos serios problemas de racismo, el nacionalismo extremo y xenofobia al mismo tiempo que nos recuerda que aún hoy en día y con varios antecedentes previos todavía seguimos siendo testigos de crímenes de odio.

Puntaje:

 

 

Por Samantha Schuster

«Jojo Rabbit» es una apuesta arriesgada por parte de Taika Waititi, quien no solo dirige esta obra sino que también sirve como guionista, adaptando la novela «Caging Skies» de Christine Leunens al formato cinematográfico, y personifica a Adolf Hitler.

Desde la sinopsis del film nos damos cuenta de que estamos frente a una historia controversial, que toma hechos trágicos como el nazismo para realizar una sátira. Sin embargo, el director logra salir airoso, gracias a que permite ridiculizar a sus personajes y sus prácticas y llevarlos al límite para reírse de ellos, sin faltarle el respeto a la historia y a las familias que sufrieron las consecuencias del nazismo. El guión es realmente efectivo, con una gran cantidad de gags que provoca la risa del público durante todo momento. Hacia el final del film también entra en un terreno más dramático y emotivo, que se amalgama de una buena manera con la comedia, aunque sea este el género que mejor le sienta a la historia.

También fue un gran hallazgo el elenco, donde sobresale principalmente Roman Griffin Davis, quien encarna a Jojo, un niño dulce, tímido y cobarde que fue manipulado por la propaganda nazi para comportarse de una manera particular, pero que en el fondo tiene buenas intenciones. El pequeño actor logra traspasar la pantalla desde el primer momento con su inocencia, fanatismo y su transformación a lo largo de la película. Aunque su arco pueda resultar algo predecible, está construido de una manera sólida y justificada. Además de los importantes nombres que se encuentran en el elenco como Scarlett Johansson, Sam Rockwell, Rabel Wilson o Alfie Allen, cada uno de los actores le brinda su sello personal al film, haciendo que los personajes brillen no solo por su composición sino también por su talento interpretativo.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

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