Casey Affleck, el hermano polémico
Llegó un nuevo jueves de estrenos en Argentina y con ello la ópera prima de ficción de Casey Affleck: «Light of my life». La cinta nos sitúa en un futuro distópico en el que, luego de una terrible catástrofe, el mundo queda destruido y sin mujeres. Aparentemente la única sobreviviente a “la plaga” es la hija de nuestro protagonista, y él está dispuesto a hacer lo que sea para mantenerla con vida. Las críticas que rondan el filme son ambiguas: por un lado, se cuestiona la poca originalidad de la trama. Por otra parte, se elogia la intimidad y el minimalismo con el que es tratado el relato. El menor de los Affleck ya cuenta con un previo largometraje en el que cumple el rol de director, se trata del polémico falso documental «I’m still here» (2010), protagonizado por su ex-cuñado Joaquín Phoenix.
Si bien en los últimos años Casey ha logrado un mayor protagonismo y popularidad en la industria cinematográfica, luego de obtener el Oscar a mejor actor en el 2016, cabe destacar que es un artista que pasa desapercibido y del cual muchos no conocemos su pasado. Lo que todos sabemos es que es el hermano introvertido de Ben Affleck, habitué en producciones indie o de autor y de muy bajo perfil. Sin embargo, muy pocos tienen conocimiento de las polémicas acusaciones de acoso sexual en su contra, de su dieta vegana, o de su participación activa en campañas en favor de los derechos de los animales, por ejemplo. Aunque no parezca, cuenta con más de 30 años de carrera, así que es un buen momento para hacer una revisión de todo lo que le brindó a la industria.
Su carrera comenzó en 1988 con la participación en el telefilme «Lemon Sky», donde interpretó al hermano menor de Kevin Bacon. Luego fue miembro de la miniserie «The Kennedys of Massachusetts» (1990) y 5 años después llegó su gran salto siendo parte de un prometedor elenco conformado por Nicole Kidman, Matt Dillon, Joaquin Phoenix y Alison Foland en la película «To Die For» a cargo de Gus vant Sant. Luego de ser parte de «Race the Sun» (1996) junto a Haley Berry, trabajó con su hermano en «Chasing Amy» (1997) y «Good Will Hunting» (1997), ésta última con la particularidad de haber sido escrita por el mismísimo Ben y Matt Damon, donde también volvió a estar bajo las órdenes de Gus Van Sant.
De aquí en más continuó trabajando como actor secundario en variadas producciones, destacando «Desert Blue» (1998) de Morgan Freeman; «200 cigarretes» (1999) donde volvió a compartir pantalla con el hermano mayor; fue parte de las franquicias «American Pie» (1999) y «Oceans Eleven» (2001); y nuevamente fue convocado por Gus Van Sant en 2002 para le cinta «Gerry», estelarizada junto a Matt Damon. Finalmente, en 2007 llegó su primer reconocimiento por parte de la Academia, el Sindicato de actores y el Globo de Oro, con la nominación en la categoría mejor actor de reparto por su participación en «The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford», interpretando al elogiado asesino Robert Ford acompañando a Brad Pitt en el papel de Jesse James. Por su performance ganaría la fama de estupendo actor y verdadera revelación. La explicación que dio su director, Andrew Dominik, fue que la interpretación fue tan buena ya que él, al igual que Ford, «sabe lo que es vivir detrás de la sombra de alguien» haciendo referencia a su triunfador hermano. Casualmente, ese mismo año protagonizaría la ópera prima de Ben Affleck: «Gone Baby Gone», basada en la novela «Desapareció una noche» de Dennis Lehane. Por dicha actuación recibió múltiples comentarios positivos entre los que sobresale uno de la revista New York: “Casey Affleck nunca ha tenido un pedestal como el que le da su hermano, y él se lo gana”, apuntando a que por fin Casey estaba ganándose su propio lugar en el medio y dejaba de ser la eterna sombra de Ben.
Tres años más tarde, en 2010 protagonizó el controversial drama «The killer Inside Me» junto a Jessica Alba y Kate Hudson, donde se pueden ver escenas explícitas de violencia contra la mujer. Siguiendo el camino de la polémica, estrenó su primera película como director: «I’m still here», del cual ya hemos hablado al principio del artículo. La historia retrata, durante todo un año, el ascenso musical de Joaquín Phoenix luego de dejar (aparentemente) la actuación. Además de las discutibles escenas explícitas que muestra el metraje, también fue noticia por una acusación doble de acoso sexual por parte de dos miembros del equipo técnico de la producción. Affleck siempre negó las acusaciones, sin embargo, llegó a un acuerdo económico extrajudicial con ambas denunciantes. Se retiraron los cargos, pero quedaron dudas con respecto a la veracidad de las declaraciones del actor.
Luego de la amarga experiencia en dirección volvió a la actuación y destacó en producciones como «Paranorman» y «The Kind One» en 2012, «Our of the Furnace» (2013) e «Interstellar» (2014). En 2016 llegó un nuevo año de éxitos, reemplazó a Matt Damon en el aclamado drama «Manchester by the sea» y estuvo nominado por segunda vez al premio sindicato de actores, pero esta vez en la categoría Mejor Actor. Si bien no lo pudo ganar, sí arrasó en la misma categoría por los premios Oscar, Globos de Oro y BAFTA. Gracias a su trabajo en el filme, terminó de consagrarse como actor y dejó de ser la sombra de Ben. El mismo año protagonizó «Triple Nine», de John Hillcoat y fue parte de la miniserie «Lewis and Clark». Un año después estelarizó junto a Rooney Mara el drama fantástico «A Ghost Story», y de allí hasta la fecha se encontró trabajando en el drama de ciencia ficción que nos presenta esta semana.
Podemos afirmar que Casey Affleck nunca fue un “mimado” de la industria, también podría decirse que él comienza a brillar una vez que su hermano mayor se encuentra en un descenso actoral, pero es imposible negar que el lugar donde se encuentra hoy en día, lo obtuvo con trabajo y esfuerzo. Actualmente el medio lo respalda de tal forma que pudo salir airoso de las denuncias de acoso y sigue protegiendo su intimidad con su vida privada apartada de la fama que lo rodea. Veremos cuál es la respuesta del público a su nueva apuesta como director, esta vez mucho con un concepto más centrado y convencional que su anterior propuesta.
Javier Franco
