Crítica de «Animales Peligrosos» de Sean Byrne (2025)
La figura del tiburón siempre estuvo asociada al terror y al suspenso dentro de la industria cinematográfica por ser un depredador sangriento, implacable, veloz y silencioso que permite mantener la tensión y el miedo latente en el público. Con resultados dispares, a lo largo de la historia tuvimos diversos films como la icónica «Jaws» (1985), «The Shallows» (2016) o «A 47 metros» (2017) que ponían al tiburón como una amenaza concreta dentro de las profundidades del océano. Lo interesante de «Animales Peligrosos», la nueva propuesta del director australiano, es que el verdadero riesgo no viene del propio tiburón, que solamente persigue su instinto ante una presa, sino de parte de un ser humano que lo utiliza como arma para cumplir con su propósito.
«Animales Peligrosos» (o «Dangerous Animals» en su título original) se centra en Zephyr (Hassie Harrison), una surfista rebelde y de espíritu libre, que es secuestrada por un asesino serial (Jai Courtney) obsesionado con los tiburones y llevada mar adentro donde nadie puede oír sus gritos. Atrapada en su bote, deberá encontrar la manera de enfrentarlo y salir de ahí antes de convertirse en el próximo sacrificio.
Con una premisa atractiva, la película cumple con su objetivo de entretener y mantener al espectador en un estado de suspenso y tensión constante, sobre todo con la decisión de situar casi toda la trama en un barco en medio del mar, aumentando la claustrofobia y las pocas posibilidades de salir con vida de ahí. No pierde ni un minuto para marcar el tono con el que se va a desarrollar la historia, con escenas impactantes, sangrientas y muertes más que creativas que aprovechan la figura de los tiburones pero que también nos demuestran que el ser humano es el animal más peligroso de todos.
Hassie Harrinson compone a una joven con un carácter fuerte, valiente y rebelde, que hará todo lo posible por salir de la situación en la que se ve inmersa, aunque tenga todas las de perder, mientras que Jai Courtney interpreta a un villano histriónico y despiadado, que disfruta de hacerle daño a sus víctimas, como si fueran una especie de ofrenda para los tiburones. De todas maneras, no existe un desarrollo demasiado profundo de las intenciones o el pasado de este personaje para convertirse en quien verdaderamente es, pero tal vez la película tampoco lo requiere.
También podemos criticar algunos giros que se relacionan con la búsqueda de esta joven o su lucha por escapar que resultan un tanto simplistas o convenientes solo para que la trama siga avanzando y se complejice, pero que generan más falta de verosimilitud que otra cosa.
De todas maneras, para aquellos que buscan una película que los mantenga al filo del asiento, que proponga algo novedoso sin ser completamente innovador y una buena sucesión de muertes creativas y sangrientas, seguramente encuentren en «Animales Peligrosos» una opción sumamente entretenida y satisfactoria.
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster