Crítica de «Historia de un matrimonio» de Noah Baumbach (2019)

En el cine existen historias con muchos elementos de ficción para entretener al público, mientras que otras apelan a la realidad donde el espectador se puede sentir identificado. En este segundo grupo se encuentra la nueva película de Noah Baumbach (“The Squid and the Whale”, “The Meyerowitz Stories”) que logra emocionar a través de un relato sensible y crudo sobre la vida misma.

«Historia de un matrimonio» sigue a Charlie (Adam Driver), un director de teatro, y a Nicole (Scarlett Johansson), quien saltó a la fama luego de un film adolescente y que relegó su carrera cinematográfica para seguir a su marido a Nueva York y protagonizar sus obras. Pero a veces el amor se termina y la pareja deberá resolver sus conflictos para divorciarse de la mejor manera sin afectar a su hijo en común, aunque no siempre resulte todo según lo planeado.

Para conseguir una película exitosa, la misma tiene que funcionar en varios niveles y eso es lo que sucede con este film. La historia está contada desde el momento en el cual una pareja se rompe y donde ambos deben descubrirse como individualidades para ahondar en sus propios deseos, en los resentimientos hacia el otro y en el amor que sigue estando presente pero de otra manera. Se nota la investigación que hay detrás de la elaboración del guión donde el director no solo lo escribió en base a su propia experiencia con la actriz Jennifer Jason Leigh o el divorcio de sus padres, sino también a partir de conversaciones con amigos que pasaron por las mismas situaciones, abogados y mediadores. El resultado es un guion que aborda profundamente las cuestiones del matrimonio, la separación, las frustraciones, los engaños, las negociaciones, entre otros temas, a partir de un tono sensible, crudo y realista, que no busca caer en golpes bajos ni en endulcorar los hechos, sino simplemente retratar la verdad.

En este sentido, también se le otorga un gran tratamiento a los personajes. Tenemos dos protagonistas con muchos matices, con sus virtudes y debilidades, que cometieron errores y aciertos a lo largo de su vida. El director no busca establecer una posición más benevolente hacia alguno de ellos ni realizar ningún tipo de juicio, sino solamente mostrarlos tal cual son. Por momentos el espectador se pondrá más del lado de uno, y en otras situaciones elegirá la postura del otro. Ni Charlie ni Nicole podrían haber existido sin la maravillosa tarea de sus protagonistas Adam Driver y Scarlett Johansson, que nos ofrecen dos magistrales interpretaciones, sobre todo en los instantes en los cuales comparten pantalla. Se comprometen apasionadamente con sus papeles y dan todo de ellos para abarcar la totalidad de sus registros, desde las emociones más contenidas hasta los momentos de explosión. También tenemos que destacar a los actores secundarios, como Laura Dern, Merritt Wever, Julie Hagerty, Ryan Liotta, entre otros, que ayudan a terminar de confeccionar la historia y a acentuar los momentos dramáticos, como también ofrecernos algunas situaciones más amenas de humor que no pueden faltar para aflojar las tensiones del ambiente.

Con respecto a los aspectos técnicos, tenemos una hermosa fotografía a cargo de Robbie Ryan y una banda sonora de Randy Newman que acompaña cada una de las situaciones para crear el clima deseado en la historia.

En síntesis, el director nos trae una obra sensible y profunda que se beneficia de un guión inteligente que busca retratar de una manera realista la separación de una pareja, con sus momentos de mayor complejidad pero también mostrando la transformación de su amor desde una mirada tierna y madura. Sus actores dan lo mejor de sí para interpretar con pasión a dos personajes muy humanos y libres de juicios. Una de esas historias sin dudas impactará en el público y quedará en su recuerdo.

Puntaje:

 

 

Trailer:

 

Samantha Schuster

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