CINE

Crítica de «Superman» de James Gunn (2025)

A la hora de llevar todo el peso del relanzamiento de un nuevo universo cinematográfico por parte de DC, Superman resulta el personaje ideal. Por otro lado que esta nueva película del hombre de acero venga de James Gunn, conocido por sus «Guardianes de la Galaxia» del lado de Marvel, podría ocasionar que incluso sus fanáticos llegaran a rascarse la cabeza. ¿Es un cineasta que brilló con grupos de personajes menores el indicado para llevar adelante una cinta tan centrada en un héroe ya universalmente conocido? La respuesta es un intermedio, ya que la solución de Gunn fue rodear al último kriptoniano de algunos metahumanos menos conocidos y engrandecer los roles de incluso sus personajes secundarios sin poderes. Las malas lenguas podrían tildar esto como «hacer trampa», pero es una realidad que repartir el protagonismo y sostenerse en sus aliados para salvar el día es totalmente algo que haría el buenazo de Clark Kent.

Salteando casi totalmente el origen de Superman (interpretado hoyuelamente por David Corenswet), la película abre con él siendo derrotado por primera vez a manos de un misterioso personaje. Él mismo declara estar tomando venganza por su tierra, ya que hace poco el hombre de acero se había metido en un conflicto bélico entre dos países para evitar que corran peligro las vidas civiles. No tardamos mucho en ver que quien controla a este poderoso es nada más ni nada menos que Lex Luthor (Nicholas Hoult), intentando aprovecharse del cuestionamiento popular que está recibiendo Clark por parte del público en general. Todo este conflicto coincide con algunas peleas que viene teniendo con su compañera periodista Lois Lane (Rachel Brosnahan) a pocos meses de empezar a salir, y va a terminar involucrando incluso a un grupo de superhéroes sponsoreados por un inversor privado entre los que destacan uno de los linterna verdes de la tierra Guy Gardner (Nathan Fillion) y el líder que pelea usando gadgets tecnológicos Mister Terrific (Edi Gathegi). Gunn parece haber decidido apostar todo a que esta película además de ser la nueva «Superman» sirva como baldazo de agua fría para adentrar al público a este universo DC todavía en pañales, con muchos nombres que en otras manos podrían haber truncado la narrativa pero que gracias a su maestría en el género acaban ganándose a la audiencia sin ningún problema.

Pero además de cuestiones del presente, esta es una cinta con la obligación de atenerse a su pasado. Superman no solo es uno de los superhéroes más conocidos del comic a nivel mundial junto a Batman y Spider-Man, sino que como ellos también posee un legado cinematográfico muy popular con la que la película debía lidiar. Los clásicos protagonizados por Christopher Reeve y dirigidos por Richard Donner estimularon la imaginación de una generación al coincidir en tiempo con otros super éxitos de la fantasía y ciencia ficción como la «Star Wars» original o «Encuentros Cercanos» de Spielberg. Podría haber decidido atarse a ese legado tan potente como lo hizo «Superman Returns» en el año 2006, pero su éxito contenido seguramente haya sido otra cara de la moneda de decidir ser básicamente una solemne secuela de los primeras dos filmes con Reeve. Nada podría distar más del tono que James Gunn le da a su cine que el término solemne, pero cuando se habla de sus trabajos suele prestarse demasiada atención a toda la impronta de comedia sin darle el peso que amerita a la emotividad que constantemente imprime en sus películas no importa lo irreverente que sean. La emotividad que caracteriza los guiones de Gunn es la que traslada la solemnidad de «Returns» a un sector igual de tradicionalista para con un emblema de la cultura pop como es Superman, llevándola a un cine pochoclero tan universal como el de esa primera película de Donner.

Aparte de servir como una aventura de acción súper entretenida, esta es una cinta que entiende que la clave de toda película del hombre de acero son los valores que lo destacan por sobre cualquier otro héroe. Esa es la misma razón por la cual más allá de cualquier cualidad que se pueda encontrar en «Man of Steel» de Zack Snyder, el Clark Kent de Henry Cavill será por mucho tiempo la representación más débil del personaje. En esta película vamos a ver lo que Superman representa para el público, lo que representa para sus aliados, sus amigos pero especialmente lo que él desea representar para los demás. La del kryptoniano es una figura usualmente descartada por aquellos no muy familiarizados con sus historias diciendo que «no pueden conectar con un personaje tan poderoso e infalible», y en esta película vemos un gran ejemplo de cómo sus aventuras siempre fuerzan sus límites hasta que sus recursos menos poderosos lo empujen a la victoria: sus aliados y su mentalidad. Superman como personaje puede ser meloso, sus victorias puede parecer inevitables, pero al atraer tantos creativos enamorados en su niñez con sus odiseas también suele entregar bastantes series, comics y por supuesto películas que lo llevan al límite de muchas formas diferentes creando relatos más que entretenidos.

Quizás el mayor inconveniente de la cinta es un problema usual en los guiones repletos de diálogo de Gunn: que a veces verbalizar demasiado las temáticas en lugar de transmitirlas visual o narrativamente puede aminorar su potencia no importa lo bien escrito de los diálogos. Pero ese riesgo de que algo se sobreentienda tiene la contracara de generar blockbusters confiables para audiencias cada vez menos interesadas en arriesgarse. Afortunadamente para cualquier tipo de espectador, esta es una mezcla de riesgo creativo con ir a lo seguro y el resultado no solo es una muy buena película de Superman sino otra gran peli de James Gunn. Una comedia divertida con varias escenas de acción con propuestas interesantes y repleta de personajes con los que uno se topa por sorpresa para terminar disfrutándolos a pleno como si fuesen sus favoritos. Esa es probablemente su mayor virtud a la hora de trasmitir la experiencia de leer un comic de superhéroes, que no importa el nombre en la tapa siempre terminan apareciendo personajes secundarios muy coloridos que pueden terminar ganándose la atención de uno. Gunn ya es un cineasta consagrado y probablemente la voz creativa definitiva del género moderno de superhéroes, pero por suerte a la vez es un fanático de los comics que entiende el encanto que ofrecen no solo para lectores sino para las audiencias de todo el mundo con ganas de sentarse en una sala de cine a pasarla muy bien durante un buen rato.

Puntaje: 

 
 
 

Tráiler:


 
Leandro Porcelli

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