Guillermo Francella, no solo un actor de comedia
Si pensamos en grandes actores argentinos, sin duda se nos viene a la cabeza una lista integrada por Ricardo Darín, Oscar Martínez, Guillermo Francella, Alejandro Awada o Leonardo Sbaraglia, entre otros. A la mayoría de ellos los relacionamos con papeles serios y versátiles, mientras que a Francella lo ubicamos dentro del humor. Pero en este último tiempo, el actor ha dado cuenta que su faceta dramática es tan o más funcional que la cómica.
Guillermo Francella se caracterizó sobre todo por realizar telecomedias, además de algunas películas, altamente conocidas como «De carne somos» (1988, su primer gran éxito), «Brigada Cola» (1992 – 1994), «La Familia Benvenuto» (1991 – 1995), «Naranja y Media» (1997), entre otras.
Sus últimos trabajos cómicos en la televisión fueron «Poné a Francella» (2001 – 2002) y «Casados con hijos» (2005 – 2006), dos producciones que si bien tuvieron dos temporadas cada una, se siguen emitiendo hasta la actualidad y son, probablemente, los productos con los que la mayoría de las generaciones terminan de identificar a Guillermo Francella. Mientras que en el primero el actor hacía distintos sketchs cómicos, con una misma estructura pero con distintos gags y situaciones, el segundo fue la adaptación de una sitcom norteamericana que llegó acá como una tira diaria y que consistía en las vivencias de una familia argentina tipo que nunca se lograba despegar de su mala situación. Con esta telecomedia pasó algo extraño, ya que fue mucho más exitosa con sus repeticiones que cuando se emitió de forma original.
También trabajó con Juan José Campanella en la ficción de comedia «El hombre de tu vida» (2011 – 2012), donde realizaba a un hombre que acepta trabajar en la empresa creada por su prima «El amor de tu vida». Allí debía tener citas con muchas y diversas mujeres, inventándose distintas personalidades y profesiones para prometerles en un comienzo un buen futuro, pero que después tenía que desilusionarlas para que continúen pidiendo y necesitando el servicio.
Con «Rudo y Cursi» (2008) comenzó a despegarse poco a poco de la comedia per se, mezclándose con el drama en esta historia protagonizada por Gael García Bernal y Diego Luna. También probó el romance con el film «Corazón de León» (2013), en el cual interpretó a un hombre de baja estatura que se enamora de una abogada divorciada (Julieta Díaz).
Probablemente fue «El Secreto de sus Ojos» (2009) la película que generó un quiebre en la carrera de Guillermo Francella, como también en el cine nacional en general. Allí se puso en el papel de Pablo Sandoval, un investigador con problemas de alcohol y una gran pasión por el fútbol, que cumplió un rol protagónico a la hora de descubrir y atrapar al asesino de la víctima del caso que investigaban con el personaje de Ricardo Darín. Francella le puso el alma y el cuerpo a su personaje, caracterizándose de una manera que a simple vista no se lo reconocía muy fácilmente. Y nos demostró por primera vez que, si bien es uno de los reyes de la comedia, los papeles dramáticos le sientan a la perfección.
También «El Clan» (2015) es un muy buen ejemplo de esto, un film que impactó desde su historia y la interpretación de sus actores, sobre todo de Peter Lanzani y Guillermo Francella, quienes se pusieron en el papel de Alejandro y Arquímides Puccio, respectivamente. Arquímides, padre de familia, se caracterizó por ser un hombre que a la vista de todos era un buen vecino, pero que lucraba con el secuestro de gente de plata, que él mismo o sus hijos conocían, arrastrando a toda su familia a formar parte de sus crímenes. A Francella se lo observa frío, calculador, cínico; un papel que no habíamos visto anteriormente en su carrera.
Y ahora tendremos la oportunidad de verlo nuevamente en el cine a partir de este jueves con el thriller «Los que aman, odian», donde volverá a trabajar con Luisana Lopilato (quien hacía de su hija en «Casados con hijos»), pero en una situación mucho más seria, adulta, y que seguramente la actuación de ambos dará que hablar.
Samantha Schuster
