“Legion”: Primeras impresiones de la segunda temporada
En la primera temporada de “Legion” pudimos ver cómo David Haller (Daniel Stevens) luchaba no solo contra agencias gubernamentales sino también contra un villano telepata (que resulta escapándose al final del último capítulo). Nuestro protagonista ha sido secuestrado, o al menos así parece cerrar la primera entrega de la serie. La segunda parte se estrenó el viernes pasado por FOX Premios Series y estas son nuestras primeras impresiones al respecto.
En este primer capítulo, el espectador debe lidiar, al igual que en la temporada anterior, con las consecuencias de una subjetividad psicodélica pertinente al juego narrativo que hay entorno a la consciencia/inconsciencia y los recuerdos o pseudo recuerdos que eso pudo generar.
David retorna o mejor dicho, es encontrado en un estado de trance, y vuelve hacia su equipo como un agente externo y extraño que parece no tener noción del tiempo que ha estado ausente. Syd, Ptonomy, Cary, Karry y la Doctora Bird han continuado de algún modo con la labor inconclusa de David sin obtener aún resultados trascendentes, pero sí descubriendo que el tiempo apremia en la lucha contra el Shadow King.
Noah Hawley, creador de la serie, parece haber encontrado un rumbo mucho más sólido en esta continuidad de las aventuras de David (y más presupuesto también). Aunque solo hemos visto el primer capítulo, no podemos dejar de notar la excelente y rica cantidad de recursos en los que incurre en el -corto- lapso de 50 minutos.
Escenas psicodélicas y geométricas, mujeres con bigote y voz electrónica, un hombre con una cesta de mimbre en la cabeza, un edificio completamente nuevo como mando de operaciones, gente cuyo estado catatónico los induce a castañear los dientes indefinidamente (lo cual se transforma en una de las escenas más simples pero aun así terroríficas del episodio). Y no podemos dejar de mencionar la narración de Jon Hamm, interviniendo en los relatos introspectivos y filosóficos que atraviesan la trama.
Aunque algunas cosas son sorprendentemente nuevas, no podía faltar (de forma renovada) una escena de baile que, a pesar de no sonar plausible, encaja perfectamente con todo lo que ocurre y deja ver que el trabajo de edición está a la misma altura del resto de los recursos.
Nuestra conclusión al respecto es que, si bien es solo el primer capítulo, esperamos que ésta sea una gran temporada, sumamente exquisita a nivel visual, auditivo, narrativo y actoral. Y que mantenga o que -ojala- supere la calidad que pudimos visualizar en esta emisión.
Tráiler:
Abril Taker
