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«No Digas Nada», un devastador relato sobre el conflicto norirlandés

Hacia fines del año pasado se estrenó una de las series que más se destacaron en el 2024 por contar parte de la historia irlandesa con impacto y personajes bien desarrollados. Se trata de «No digas nada» («Say nothing» en su idioma original), una producción que adapta el libro homónimo escrito en 2018 por el periodista estadounidense Patrick Radden Keefe.

A lo largo de sus 9 episodios, vamos a conocer la historia de varios miembros del Irish Republican Army, más conocido como IRA, una organización armada que participó del llamado «Conflicto Norirlandés», donde se enfrentaron los unionistas de Irlanda del Norte (una mayoría de religión protestante que quería preservar los lazos con el Reino Unido) y los republicanos irlandeses (una minoría de religión católica que buscaba la integración del territorio en la República de Irlanda). La serie comienza con la desaparición de Jean McConville, una madre soltera con 10 hijos a quien secuestraron de su casa en 1972, y va a abarcar cuatro décadas.

Más allá de la cercanía o lejanía que puede tener el público con la historia irlandesa, «No digas nada» logra darnos un pantallazo interesante sobre lo que fue el conflicto norirlandés, mostrándonos la postura de ambos bandos para tratar de ser lo más objetivo posible. No siempre lo logra, pero intenta que cambiemos nuestra mirada sobre la situación a medida que pasan los episodios. La protagonista más importante es Dolours Price (tanto ella como los demás personajes están basados en personas de la vida real), miembro activo de IRA, con la que nos hace empatizar desde el inicio, pero luego vamos viendo su forma de comportarse, las consecuencias de sus actos (para la sociedad y para ella misma) y sus reflexiones, provocando al espectador a situarse en un lugar incómodo y por el cual va a tener que tomar partido. Se abordan los temas de la culpa, la responsabilidad, el rol de la política, la obediencia debida, entre otras cuestiones.

La serie nos plantea una trama intrigante, que va escalando en intensidad y violencia mientras avanza. Tiene varios giros narrativos impactantes y poco predecibles (salvo que se conozca lo sucedido). Por un lado tenemos la historia de esta mujer desaparecida que siempre va a estar como un manto de misterio alrededor de lo que le ocurrió, que se va entrelazando con la de los integrantes de la organización, desde quienes estuvieron en la cúpula (y que siempre lo negaron públicamente) hasta los que menos implicancia tenían en la toma de decisiones. Los relatos son desgarradores, pero reales y necesarios.

Tanto la construcción de personajes como la interpretación del elenco para componerlos está muy bien realizada. Nos presentan personajes complejos, con posturas muy determinantes pero a la vez bastante cuestionables desde el aspecto moral. Podemos ver cómo se llega al extremo por tener ciertas creencias. Algunos terminan evolucionando, mientras que otros mantienen su mirada sin importar las consecuencias. La historia se divide entre el pasado y el presente, por lo que tuvieron que elegir dos personas para encarnar a los distintos personajes, encontrando bastantes similitudes entre sí.

Los aspectos técnicos ayudan a brindarle credibilidad a la historia, que comienza en la década de los 70, con recreaciones de escenarios, vestuario y maquillaje adaptados a cada época. Lo mismo ocurre con los efectos especiales que simulan las detonaciones generadas por IRA.

En síntesis, «No digas nada» es una serie impactante y cruda que nos permite conocer en mayor profundidad el conflicto norirlandés. Con personajes llenos de matices (que puede ser un poco polémico la empatía que podemos tener con ellos pero creo que también tiene un sentido puntual), buenas interpretaciones y recreación de época, la historia consigue atrapar, movilizar y hacer reflexionar al espectador.

Tráiler:

Samantha Schuster

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