“This Is Us”: Volvió el drama que cautivó al público

Luego de haber ganado dos Premios Emmy como Mejor Actor de Serie Dramática para Sterling K. Brown y como Mejor Actor Invitado de Serie Dramática para Gerald Mcraney, volvió “This Is Us” con su segunda temporada. Un primer episodio que nos recuerda lo hermosamente perfecta que es esta historia.

Si hay algo por lo que se caracterizó “This Is Us” en su primera temporada fue por tener esa gran capacidad de trasmisión de diversas emociones por las cuales transitaría el espectador, de la risa al llanto y del llanto a la risa. Y nada sería posible sin la excelente construcción de los personajes y los actores que los encarnan, que permiten canalizar una hermosa y dolorosa historia a través de la empatía.

Tampoco se puede dejar de lado la narración del relato, ese vaivén temporal que conecta el pasado con el presente, relacionando momentos que parecen diferir pero que en el fondo se tratan de lo mismo.

Y esta primera temporada nos dejó la sensación de perfección, o de esta “perfección imperfecta”, por la cual cada episodio nos muestra la integridad de unos protagonistas con muchos matices, que tienen una gran cantidad de imperfecciones, miedos, inquietudes, inseguridades, que realizan equivocaciones, porque son reales y humanos. Nos mostró la vida tal cual es, emocionándonos y alegrándonos.

Pero la historia no terminaba ahí, sobre todo porque uno de los interrogantes más importantes que tienen que ver con la vida o la muerte de uno de los protagonistas todavía no se resolvió y, si bien en el último episodio tuvimos alguna pista más certera, no nos terminamos de acercar.

En el primer capítulo de la segunda temporada, “This Is Us” hizo entrega de su esencia, de esa conexión latente e impalpable con el público a través de una trama que llega directo al corazón. Continuamos viendo la relación entre Jack y Rebecca, que se encuentra en un momento complicado y de crisis; y el presente de los trillizos que vuelven a cumplir años y cada uno lo vive de una manera particular, superando miedos y atreviéndose a lograr sus metas y sueños.

Los diálogos y reflexiones que nos presentan son lecciones de vida, momentos en los cuales nos situamos en el lugar del personaje y vivimos lo que ellos viven.

Un gran comienzo para una segunda temporada que seguramente estará a la altura de la primera, porque sus creadores entendieron la forma de contar una historia tan real y emotiva a través de unos personajes carismáticos y sensibles, que no tienen miedo de mostrarse tal cual son.

Tráiler:

 

Samantha Schuster