Un repaso por el cine alemán

Nuestro eterno enemigo de finales, Alemania posee buenos relatos cinematográficos a lo largo de la historia, en esta nota repasaremos un  poco la evolución de su industria.

Como en muchos países, el cine alemán recibió mucha influencia de la literatura. En sus comienzos, la historia elegida fue «El Estudiante de Praga», una adaptación de la obra de Edgar Allan Poe producida en 1913 bajo la dirección de Paul Wegener y Stellan Rye.

Directores como Robert Wiene, creador del «El Gabinete del Doctor Caligari» alcanzaron fama gracias a un nuevo movimiento llamado impresionismo.

Una de las obras maestras de esta nueva expresión artística se basó en una excepcional adaptación del «Drácula» de Bram Stoker. El film, dirigido por Friedrich Wilhelm «F. W.» Murnau y titulado «Nosferatu: Una Sinfonía de Horror», relata la historia de un temido vampiro que merodea por una ciudad arrastrando la muerte a su paso. La película se convirtió con el paso del tiempo en una cinta de culto.

Otra película hito del cine alemán es «Metrópolis», dirigida por Fritz Lang de 1927. Fue una de las producciones más importantes con esta temática futuristica en contraposición con las crisis sociales de la época entre los obreros y el capitalismo.

Como ya es sabido, durante la Segunda Guerra Mundial el gobierno de Adolf Hitler utilizó el cine como una de las herramientas más importantes de comunicación, a través de este se hacía propaganda sobre el gobierno y sus preferencias políticas.

Durante este período surgieron varios directores y películas, que mezclaban romance, aventuras y hasta comedia musical con propaganda apoyando al gobierno. Entre las más destacadas están «Die große Liebe» (1942) y  «Wunschkonzert» (1941).

Finalizada la guerra, se levanta el veto que se había impuesto hacia las temáticas judías. Surge una nueva etapa, en la cual los pesares bélicos se convertirán en el denominador común del relato.

En la post-guerra, se produce un estancamiento en el cine nacional, debido al éxodo de actores, directores y creativos en  los años anteriores.

Durante los años 60, una camada de directores jóvenes crea «El Manifiesto de Oberhausen», una nueva manera de hacer cine, en donde se utilizan distintos tipos de planos, más largos, travellings, improvisaciones de los actores. Esto permitía una edición más rápida. Se cambiaron los temas a tratar y las temáticas estaban enfocadas en los problemas de los jóvenes.

Los principales exponentes del movimiento fueron Werner Herzog con películas como «Aguirre, la cólera de Dios» de (1972), y Volker Schlöndorff con «El Rebelde» y «El Tambor de Hojalata» (1979), primer film alemán en ganar un Premio Óscar como Mejor Película Extranjera.

Y ya llegando a nuestros días, el cine alemán ha logrado traspasar las fronteras de su país, teniendo éxito alrededor del mundo, y ganando varios premios en Festivales tales como el Goya o los premios BAFTA y hasta premios Óscar.

Alguna de las producciones más actuales y conocidas son: «Corre Lola Corre», «Adios Lennin» y una producción más reciente llamada «La Ola», que recrea un poco la historia de regímenes totalitarios en una clase como tarea de sociología.

Finalizando, podemos decir que el cine alemán es variado y si prestamos atención podemos inclusive recorrer un poco de la historia del mundo a través de los ojos de sus directores.

Victoria Ferri

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