CINE

#8M: Hollywood tiene nombre de mujer

El movimiento feminista está pisando fuerte. Sus consignas son transversales para todas las industrias y ninguna puede escaparle al patriarcado, que atraviesa cada esfera de nuestra cotidianidad e impone reglas que parecen incuestionables pero que ahora estamos juntando valor para comenzar a desenmascarar. El machismo nos enseñó a crear pedestales tan sólo para posicionar a los hombres sobre ellos, para convertirlos en héroes y sujetos dignos de admiración. Las mujeres, en cambio, se encontraban escalones más abajo con una actitud pasiva, conformista y de total relegación. Todxs sabemos quién es Francis Ford Coppola o Quentin Tarantino, pero si tenemos que pensar en directoras mujeres de renombre nos quedamos sin opciones bastante antes de alcanzar la decena.

La industria cinematográfica no solo fue incapaz de escaparle a las lógicas patriarcales, sino que también se encargó de reproducirlas. Hasta hace muy poco, era la norma encontrarse con mujeres que tenían roles ornamentales en los guiones y era casi impensable concebir que se hiciera una película basada en hechos reales denunciando los casos de acoso sexual en Fox News. Como en todos los ámbitos, a las mujeres se les enseñó a callar para no sobresalir, para no ser problemáticas y así conservar el statu-quo: los hombres cuentan las historias mientras que las mujeres protagonizan, ganando menos que sus compañeros varones simplemente por su género. Hoy, por lo menos, podemos cuestionar cuánto hay de natural en que todos los nominados a Mejor Dirección en la última edición de los Premios Óscar sean solo masculinos y cuánto de esa decisión tiene que ver con el machismo y su influencia sobre la forma en la que consumimos cine.

Los aires están cambiando, y lxs espectadores estamos comenzando a asumir una actitud un poco más crítica respecto a lo que aceptamos. Las películas con narrativas machistas ya no nos interpelan de la misma manera, porque hoy no logran hacer sentido con el cambio de paradigma por el que estamos atravesando. Ser mujer es difícil aún dentro del submundo de privilegios que Hollywood representa, pero de a poco nos estamos encontrando con mujeres que denuncian, cobran fuerzas y están al frente de sus propios proyectos asumiendo posiciones que hasta hace un par de años estaban reservadas para los hombres. A continuación, desde Cinéfilo Serial hacemos un repaso por cinco mujeres —y algunas menciones especiales— que lograron abrirse paso en un universo de hombres y que hoy son portadoras de las caras del cambio en la industria cinematográfica:

1) Lucrecia Martel

Argentina, aclamada y prestigiosa, se le plantó a Polanski en el Festival de Cine de Venencia, en el cual era presidenta del jurado y manifestó que no iba a asistir a la función de la última película del director polaco como forma de solidaridad con las víctimas de abuso sexual. El caso Polanski se remonta a 1977, cuando Samantha Geimer acusó al director de violarla cuando ella tenía trece años. Desde entonces, la causa sigue abierta, pero Polanski no puede volver a entrar a Estados Unidos, lugar donde sucedió el hecho, ni países en los que pueda ser extraditado. En esa oportunidad —aunque luego dejó en claro  que su interés no fue escrachar a Polanski—, Martel declaró que ella no era una de las personas que podían separar a la obra del autor.

Si bien no se llama a sí misma feminista porque «una feminista ha hecho lecturas precisas, ha inventado categorías, ha desarticulado las tretas del sometimiento» que ella no ha hecho, sí agrega que tiene una formación que desconfía del poder y que, por ende, apoya todo pensamiento que se sitúe en esa zona. Y quizás por esto, y porque lo que dice tiende a ser lo políticamente incorrecto, sus declaraciones suelen estar teñidas de polémica.

Considerando tanto su latinoamericanidad, su color de piel y su posición social como un privilegio, hace alusión a que, probablemente debido a su entusiasmo por hacer cine, no reparó en los obstáculos que se le presentaron en el camino por ser mujer. Dice que los debe haber tenido y que tuvo la fuerza para sortearlos, pero que ninguna otra mujer tendría que estar obligada a actuar como lo hizo ella para hacerse de un nombre.

No le llama la atención incursionar en Hollywood, aunque tuvo más de un acercamiento. Cuando fue convocada para un casting de directores para la película de Marvel «Black Widow», Martel fue clara al referirse al tema: «sustituir un héroe por una heroína no es suficiente; es el género lo que hay que repensar, la concepción de qué es acción, de si es posible pensar un género de acción sin enemigos o si siempre hay que construirlo. Hoy es alarmante, vas a ver una película y en los trailers de repente son todas protagonistas y ya se siente que ahí han dado un paso, pero en algunos casos es oportunismo sin ninguna reflexión».

Sin embargo, la directora argentina no necesita de Hollywood para triunfar y dejar su huella en la industria: «Zama», su última película, fue elegida como la mejor de la década por el Festival de Cine de Toronto. De esta forma, Lucrecia Martel no solo funciona como referente para las mujeres amantes del séptimo arte que desean incursionar en la realización, sino que además es un orgullo latinoamericano.

2) Phoebe Waller-Bridge

Posiblemente Waller-Bridge sea la mujer del 2019, año en el que se posicionó como la comediante del momento y en el que se cansó de llevarse a casa todos los premios en los que «Fleabag» estuviera nominada. De humor ácido y con un impresionante talento para escribir a personajes femeninos, se convirtió en la mujer a la que los estudios llaman para revisar guiones y adaptarlos a las exigencias que este contexto requiere en relación a las cuestiones de género, como sucedió con la última película de James Bond, «No Time to Die».

Para muchxs, Waller-Bridge entró en nuestro radar con «Fleabag», la comedia estrella de la plataforma de streaming de Amazon. El origen de la serie fue bastante simple: nació de un monólogo de diez minutos, producto de un desafío que le propuso una amiga y, tres años después, la estrenó. Más allá de su protagónico, que está excelente y que juega muy bien con los momentos de decadencia del personaje y su frescura, lo que verdaderamente atrapa es todo lo que Phoebe Waller-Bridge construyó desde el guion: «Fleabag» es una nueva mirada acerca de cómo el contexto de época exige plantearnos otras formas de representar a la mujer del siglo XXI, cansada de estar a la sombra del hombre, con ganas de vivir su sexualidad sin dar explicaciones y siendo políticamente incorrecta aunque eso no obedezca al eterno mandato de la complacencia.

Después del éxito de esta serie, se dijo que la actriz y guionista firmó un contrato millonario con Amazon para producir nuevos proyectos para la plataforma. Lo que sí está claro, es que Phoebe Waller-Bridge está ayudando a gestar un cambio en la manera en la que se conciben los personajes femeninos en el cine y en la televisión, y el éxito de «Fleabag» no hace más que confirmarlo al presentarnos a una protagonista que es la antítesis de lo que entenderíamos por heroína. En una entrevista a Vogue, declaró que cuando estaba estudiando en la Real Academia de Arte Dramático le dijo a un director que ya no quería interpretar a princesas pasivas. Y ahora, como respuesta, se dedica a escribir personajes alejados de la mujer en apuros: tienen sueños y defectos, son responsables de sus decisiones y, sobre todo, se valen por sí mismas.

3) Ava DuVernay

Esta mujer está haciendo historia no solo en la industria cinematográfica, sino también para el lugar de la comunidad afroamericana dentro de ella. En los últimos seis años, se convirtió en la primera mujer afroamericana en recibir una nominación a Mejor Dirección en los Golden Globe y en tener una cinta nominada a Mejor Película en los Premios Óscar, ambas por su trabajo «Selma» (2014), y en dirigir una película con un presupuesto mayor a cien millones de dólares en «Una arruga en el tiempo» (2018). En el 2019, DuVernay creó, produjo, co-escribió y dirigió la aclamada miniserie de Netflix «Así nos ven».

«Cuando la gente cuenta mi historia, siempre se enfocan en mi raza y género. Mi historia también tiene que ver con mi edad, porque yo no agarré una cámara hasta los 32», dice la directora. No estudió cine, sino que se dedicó al periodismo hasta que se dio cuenta de que no era lo suyo. Sin embargo, no se pudo dedicar por completo al cine durante la producción de sus primeras películas. «Seguí con mi trabajo en publicidad mientras hacía mis tres primeras películas. Supe que, al ser una mujer negra en la industria cinematográfica, no iba a tener a personas golpeando a mi puerta para darme plata para mis proyectos, así que estaba feliz de poder hacerlos en paralelo a mi trabajo diario», cuenta.

Además, DuVernay está decidida en darle oportunidades a otras mujeres. En otro de sus proyectos, «Queen Sugar», asumió el compromiso de contratar solamente a directoras, aunque eso despertara el descontento de muchos colegas masculinos. Ante las quejas, ella respondió que invitaba a cualquiera que se sintiera discriminado a denunciarla así ella podía denunciar a todos los estudios que alguna vez hayan dejado afuera a las mujeres.

4) Greta Gerwig

Ella representa a la última mujer nominada a un Premio Óscar por Mejor Dirección por su labor en la realización de «Lady Bird» (2018). Aunque esta nominación despertó cierto revuelo después del episodio que tuvo lugar en los Golden Globes, cuando Natalie Portman hizo hincapié en la ausencia de nominadas mujeres mientras presentaba a los candidatos a Mejor Dirección, lo cierto es que parecía marcar un cambio de rumbo para las oportunidades de las directoras y el reconocimiento que siempre les fue negado en los grandes premios. No obstante, en esta última edición de los Premios de la Academia, su trabajo en la dirección fue ignorado: «Little Women», su último film, sí fue considerado para ser nominado a Mejor Película, pero Gerwig no recibió ningún tipo de nominación.

Greta Gerwig, que dio sus primeros pasos en el cine independiente, hoy es la directora mujer que está en boca de todxs. Sus dos películas gozan de cierto reconocimiento popular y tiene una base de seguidorxs bastante consolidada. Además, su mirada feminista no es explícita, pero sí se cuela en sus proyectos. Así es el caso de «Little Women», cuyas críticas señalaron incansablemente su importancia en un contexto como el actual y con la que hubo polémica por las denuncias desde la producción ante la negativa de muchos hombres a verla.

Según Gerwig, el mayor desafío a la hora de estar al frente de proyectos es intentar convencer a los estudios de que las historias sobre mujeres son rentables, más allá de dirigirlas. Hay películas que lo prueban, como «Wonder Woman» de Patty Jenkins que es un éxito de taquilla, pero en la industria cinematográfica está instalada la idea de que lo femenino no vende entradas. Entonces, el verdadero reto está en insistir en que la universalidad no es masculina y blanca, y hacer entender que hay lugar para historias contadas desde otra óptica porque hay espectadores ansiosos por estar frente a otro tipo de narrativas.

5) Lulu Wang

Durante todo el 2019, «The Farewell», la última película de esta cineasta china, no hizo más que recolectar halagos. Aunque fue ignorada en los Premios Óscar, sí recibió su reconocimiento en otras entregas de galardones como los Independent Spirit Awards, en los que ganó como Mejor Película. La cinta fue muy bien recibida no solo por la crítica, sino también por la audiencia en general. Según Wang, la película es bastante autobiográfica y el personaje interpretado por Awkwafina, que ganó el Globo de Oro a Mejor Actriz en Comedia por su trabajo en la cinta, está basado en ella misma. La directora comentó que el film explora a su familia real, pero también específicamente las complicadas relaciones entre las mujeres.

Por otro lado, Wang hace hincapié en la importancia de darle trabajo a otras mujeres, y predica con el ejemplo. «Es esencial trabajar con mujeres, escribir sobre mujeres y castear a mujeres para mi trabajo, porque esa es mi perspectiva. No es que no quiera trabajar con hombres, pero naturalmente estoy atraída a colaboradoras mujeres», declaró. Además, agregó que «la manera en la que las mujeres directoras se comunican es muy diferente comparado a los directores masculinos con los que hablé. Su relación con el equipo es muy diferente respecto a mi relación con mi equipo de mujeres. Creo que voy a seguir trabajando con ellas y continuaré contando sus historias».

En el caso de Lulu Wang no solo se trata de que es una mujer que está frente a un proyecto cinematográfico: ser mujer de por sí es difícil y significa sortear ciertos obstáculos, pero ser parte de una minoría racial tan solo complica más las cosas, como es el caso de esta directora, que pese a estar radicada en Estados Unidos, nació en China. Así como las afroamericanas deben recorrer caminos más largos y laberínticos, las mujeres asiáticas también se enfrentan a barreras que no les son puestas a una mujer blanca de clase media. En este sentido, el triunfo de Lulu Wang en la industria cinematográfica es aún más significativo.

Menciones especiales: las mujeres anteriormente mencionadas son solo unas pocas de las que están pisando fuerte y allanando el camino para las que sueñan con estar detrás de una cámara. También podemos citar a Patty Jenkins, que dirigió «Wonder Woman» y la convirtió en la película live-action dirigida por una mujer más taquillera de la historia y a Kathryn Bigelow que fue la última ganadora del Óscar a Mejor Dirección en 2010 por su labor en «The Hurt Locker» como mujeres influeyentes. Sofia Coppola también fue nominada a un Óscar como reconocimiento a su trabajo en la dirección de «Perdidos en Tokio» y «Can you ever forgive me?» de Marielle Heller se hizo con algunas nominaciones en la edición del 2019. Olivia Wilde se lució con el maravilloso coming-of-age que representó su ópera prima, «Booksmart», y sus dos protagonistas, encarnadas por Kaitlyn Dever y Beanie Feldstein, son dos jóvenes promesas a las que no podemos perder de vista. Zendaya se suma a la lista de las actrices jóvenes que están rompiendo esquemas con su protagónico en «Euphoria» y el rol de Reese Witherspoon en la producción de series como «Big Little Lies» y «The Morning Show» también da cuenta de que el futuro viene atravesado de una mirada no únicamente femenina, sino más inclusiva.

 

Micaela Gallo

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