Crítica de «Adiós a la Memoria» de Nicolás Prividera (2020)

Este interesante experimento o ensayo cinematográfico representa la relación de un hijo con su padre a través de la película que arma este último, utilizando las películas caseras que filmaba su progenitor durante sus años de juventud. El padre ha perdido la memoria debido al Alzheimer y su hijo intenta reconstruir el recuerdo imposible de su madre desaparecida durante la ultima dictadura militar, al mismo tiempo en que busca de alguna forma acercarse a la figura paterna con la cual siempre tuvo diferencias.

«Adiós a la Memoria» es un film inusual, atrapante debido a ese contraste entre la vida familiar y la historia de argentina a través de los años y en cómo una es condicionada por la otra. A su vez se plantea la idea del cine o la representación audiovisual como una herramienta para combatir el olvido, y se pone en el tapete como a veces las imágenes no representan fehacientemente el detrás de escena de una familia (ni mucho menos de un país cuando por ejemplo se llega a la conclusión de que no quedan imágenes representativas de la dictadura). El documental de 90 minutos de duración pasa por un montón de estadíos y planteos bastante atractivos como desafiantes para un espectador que sirven para poner en tela de juicio bastantes cuestiones.

Por un lado, se establece esa sensación cíclica del padre registrando la vida de su hijo para que este último, más adelante, vuelva a reciclar esas imágenes para armar una película que dé cuenta de la conflictiva relación entre ellos. Asimismo, esto contrasta con una misma sensación de repetición o ciclo en el marco sociopolítico de la Argentina donde parece que se vuelven a cometer ciertos errores o desatinos. Todo esto llevado a través de la mirada de Prividera que de alguna forma investiga o intenta teorizar sobre la realidad del país y su vida personal.

Es probable que el Alzheimer de su padre sea presentado como una excusa sobre la cual se erige el film, pero no se puede negar la inteligencia con la que es construida la película y la emoción con la que carga la misma. Quizás, algunos puedan no comulgar con ciertas opiniones políticas o con ciertas ideologías, pero el director se las ingenia para presentar un relato coherente, por momentos sensible y muy elocuente sobre uno de los grandes dilemas del documental en sí, lo que se cuenta y lo que se elige omitir, aquello que la cámara decide mostrar y lo que queda afuera haciendo que sea difícil ocultar la intención, el punto de vista y el comentario de sus artistas.

«Adiós a la Memoria» es un relato que pone el foco sobre la frágil mente humana y cómo el cine y/o las imágenes sirven para prolongar el proceso de recordar. Todo eso mientras se pasa de lo particular o lo global. Un ensayo bastante elocuente.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *