Crítica de «Annabelle 2: La Creación» de David F. Sandberg (2017)
Tras el éxito de «The Conjuring» (2013) no se hicieron esperar las secuelas y los spin offs, transformando todo el mundo construido por James Wan en un verdadero universo cinematográfico. Es así como luego de aquella película se inició una serie de historias relacionadas en cierta medida con los Warren y todo lo vinculado a lo paranormal. «Annabelle» fue uno de los íconos de «El Conjuro» y al transformarse en un personaje reconocido en la cultura popular comenzó su propio camino en el film homónimo de 2014. Aquella cinta fue un tanto más genérica y floja de lo que nos otorgó Wan pero su éxito hizo se encargue la secuela en poco tiempo.
Lo cierto es que «Annabelle: Creation» (2017) fue algo totalmente distinto a lo mostrado en su predecesora otorgando varios momentos escalofriantes y una puesta en escena sobria pero funcional que sacaron a relucir todo el potencial y la pericia de David F. Sandberg («Lights Out», «Shazam») como director. Sandberg demostró ser un conocedor del género y si bien de vez en cuando incurre en los jumpscares convencionales, supo seguir con el legado de James Wan por medio de una cámara inquieta y original motivando puestas y posiciones bastante creativas.
El largometraje cuenta el origen de la maldición que rodea a la famosa muñeca. Varios años después del trágico fallecimiento de su hija, un juguetero que crea muñecas y su mujer acogen en su casa a una monja y a un grupo de niñas, tratando de convertir su casa en un acogedor orfanato. Sin embargo, las nuevas inquilinas se convertirán presas de Annabelle, una muñeca poseída por un ser demoníaco.
La historia puede resultar un poco convencional pero termina siendo un ejercicio entretenido por la habilidad de su director para narrar, por un elenco más que sólido y una dirección de arte estupenda acompañada por una fotografía gélida que no hacen más que transformar el escenario en una atmósfera opresiva que no dará respiro al espectador. A su vez, logra ser un capítulo sumamente disfrutable que encaja a la perfección en el Universo Warren y que se amolda estupendamente con su vapuleada predecesora.
«Annabelle 2» se presenta como un pequeño pero bien concebido film, que se antepone a la familiaridad de su argumento gracias a un buen elenco, a una dirección acertada, a un desempeño técnico impecable y a varios sustos efectivos que mantienen y/o se asemejan más a la dinámica de «El Conjuro» que la entrega anterior y el resto de los spin offs surgidos de ese universo.
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Martín Goniondzki