Crítica de «Atómica» de David Leitch (2017)
Durante el climax de «Comando Especial 2» (2014), antes de que el personaje de Channing Tatum le arroje una granada a su enemigo, su compañero, interpretado por Jonah Hill, le pide que cuando lo haga diga «algo cool», como una especie de guiño a las películas de acción de los ’80. Al analizar «Atómica», da la sensación de que David Leitch («John Wick» 1 y 2) tomó esta frase como premisa para todos los elementos que componen el film. Y si bien en muchos casos funciona, como en las frenéticas escenas de acción, la bella fotografía, el pegadizo soundtrack o incluso en la elección de algunos actores que pueden sacarle agua a las piedras con cualquier rebuscada línea de diálogo que les pongan en frente, finalmente el film sufre de un exceso de giros característicos en el género de espionaje.
Poco antes de la caída del muro de Berlín, una lista con los nombres de cientos de espías trabajando dentro de la Union Soviética es robada, lo cual pone en peligro no solo las vidas de los espías sino que amenaza con extender la guerra fría durante varias décadas más. La agente del MI6 británico Lorraine Broughton (Charlize Theron) será enviada al otro lado del muro para reclutar al excéntrico David Percival (James McAvoy) e intentar recuperar la preciada lista.
A diferencia de lo que imaginamos que tendría predominancia en una película de espías al final de la guerra fría, «Atómica» toma la audaz decisión de que el espionaje cerebral y de investigación pase a un segundo plano e incluso se termine basando más en hechos fortuitos y casualidades que en investigaciones realizadas por los personajes. En reemplazo de esto, la acción pasa a ser el centro de atracción; persecuciones a alta velocidad e increíbles secuencias de combate cuerpo a cuerpo que parecen no tener fin, maquillan ciertas fallas estructurales y entretienen al espectador de principio a fin.
En cuanto al reparto, podemos destacar la labor de Charlize Theron, quien no necesita pronunciar ni una sílaba para transmitir su frustración y agotamiento tras las incontables palizas que sufre durante los 115 minutos del film; además cabe resaltar que en muchas de las secuencias de acción sin cortes a las que nos tiene acostumbrado Leitch tras «John Wick», vemos a Theron repartiendo piñas sin la necesidad de utilizar dobles de riesgo. La otra labor destacada es la de James McAvoy, carismático y entretenido en un momento, egocéntrico y odioso al otro, simplemente es el personaje que logra el mayor vínculo emocional con la audiencia y confirma que sin importar el film en que esté, McAvoy siempre es uno de los puntos altos.
«Atómica» comete varios errores, especialmente en una trama que intenta acaparar más de lo necesario, pero entre una gran elección de música, acción bien coreografiada y una ambientación atractiva para la historia de nuestros personajes, el resultado logra ser satisfactorio.
Puntaje:
Tráiler:
Javier Elorza