Crítica de “El Año del León» de Mercedes Laborde (2018)

Después de “El Enroque” (2015), primer cortometraje presentado en distintos festivales europeos y latinoamericanos, Mercedes Laborde debuta con su ópera prima.

“El Año del León” cuenta la historia de Flavia, quien recientemente perdió a su pareja de hace ocho años, León. Pero en medio del duelo deberá lidiar con Lucía, la hija de León de su matrimonio anterior, quien buscará en ella la imagen paternal que acabó de perder como también un lugar de contención y respuestas.

La película busca indagar acerca de cómo llevan a cabo el duelo por la pérdida de un ser querido un adulto y un niño, quienes por las diversas experiencias de la vida transitan este camino de una manera diferente. Flavia intenta seguir adelante con su vida, aunque tiene que lidiar con cuestiones burocráticas y sentimentales propias de un deceso, plantearse la posibilidad de ser madre, mientras que Lucía se siente más cómoda indagando en los sitios que compartía con su padre aunque éste ya no esté. Asimismo, podemos observar la relación que mantienen ambos personajes, con un acercamiento pero sin involucrarse tanto emocionalmente.

Es interesante cómo se planteó la historia desde el comienzo, donde no conocemos mucho sobre la vida del fallecido ni se confirma concretamente qué sucedió con él. De todas formas, el largometraje tampoco busca indagar sobre esta figura, sino presentarlo como un puntapié inicial para centrarse en lo verdaderamente importante: Ver la reacción de su alrededor y cómo pueden o no seguir adelante sus allegados.

Tenemos un dúo protagónico femenino que plasma muy bien la idea que se quiso mostrar del film, encarnando a estos personajes que transitan por las mismas emociones pero de una manera distinta por su vínculo y su edad. También se le suma el personaje de la madre de Lucía y ex mujer de León, que busca que las cosas sigan como antes para poder continuar teniendo sus momentos personales. Buena interpretación de este elenco femenino conformado por Lorena Vega, Malena Moirón y Julieta Vallina.

La fotografía, ambientación y banda sonora acompañan de una buena manera a la trama, generando un clima apropiado y que va mutando junto con el ánimo de sus personajes.

En síntesis, “El Año del León” es una buena película que aborda el duelo desde el mundo adulto y de los niños y cómo se puede salir adelante luego de una pérdida de un ser querido.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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