Crítica de «Fantasma vuelve al pueblo» de Augusto González Polo (2019)

Oportunidades perdidas y un pasado que regresa…

Augusto González Polo dirige «Fantasma vuelve al pueblo», protagonizada por el uruguayo Alfonso Tort, el músico tucumano Juan Román Diosque, Laura Josefina Kramer, Fernando Rosa, Marcelo «Maqueta» Márquez y Jorge Ratoski. Filmada íntegramente en la ciudad de Aristóbulo del Valle, en la provincia de Misiones, y es una producción de Inimaginaria Producciones Mónica Amarilla / Santiago Carabante / Montecine SAS. La cinta argentina parte desde la observación del hábito y rutina de la gente, así como de los anhelos y pretensiones de cada individuo.

Demóstenes (Alfonso Tort) reaparece en su pueblo, donde es conocido como «Fantasma», justo para las fiestas de fin de año, sin planes ni metas. Luis Miguel (Juan Román Diosque), su viejo amigo, le da un trabajo, y le encomienda buscar un cerdo para ser faenado en el fin de esa semana, en que la amistad se vuelve una relación laboral.

Un drama con apenas unos toques de comedia, que aborda los lazos, sentimientos y cómo el paso del tiempo produce relevantes cambios. Un hombre que vuelve a su pueblo natal sin pena ni gloria, quien intenta encontrarse a sí mismo tras no haber logrado sus metas, a la par que forma un vínculo con un cerdo, lo cual lo hará cuestionarse su manera de relacionarse tanto con sus allegados como con terceros. Por otra parte, exhibe un espacio donde los lugareños aspiran hacia una ilusión que pocas veces se concreta. Todos tienen un punto en común: buscar su horizonte, algunos mediante un presente maquillado sin progreso y otros con una amarga costumbre de resignación sin destello de prosperidad. Se muestran las incomodidades e insatisfacciones personales.

Un relato con ciertos pasajes incongruentes, sin la profundidad necesaria que requiere dicha temática, un guion que todo el tiempo está al borde de ser insípido sin puntos emocionales y sin realmente conectar con el espectador. La fotografía es buena, la cual salva varios momentos, y las actuaciones son correctas sin escalonar mucho más, pero destacando a Alfonso Tort, quien traza a su personaje con perfección sosteniendo gran parte del film.

El realizador, a partir de la premisa, construye una semblanza sobre aquellos «hijos pródigos» que retornan, pero sin mucho para contar y «mostrar».

En síntesis, «Fantasma vuelve al pueblo» es un relato que abarca más derrotas que triunfos de un hombre en continua búsqueda de sí mismo, sobre las amistades por conveniencia, junto al retrato marcado de una cotidianeidad que no aporta ni deja algo de relevancia.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Noelia Giacometto

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *