Crítica de «Kate» de Cedric Nicolas-Troyan (2021)
Últimamente la mayor obsesión de la industria cinematográfica es la de replicar éxitos tanto de antes como del presente. Por eso no es de extrañar que producciones exitosas sean «copiadas» o imitadas en sus componentes característicos para poder lograr un producto que atraiga al público al que apunta.
En 2014, «John Wick» vino a revitalizar o al menos a levantar al cine de acción, que con una mitología misteriosa y un personaje igual de enigmático vinieron a darle aire fresco al cine comercial norteamericano. Eso sumado a la violencia bastante gráfica, unas coreografías más que atractivas, una premisa simple pero funcional y un look visual apuntalado en las luces de neón, delinearon un camino a seguir que fue marcando (consciente o inconscientemente) los thrillers de acción contemporáneos. No tardaron en llegar varias películas con temáticas similares o incluso que busquen emular ese éxito, pero con una protagonista femenina. De hecho, fue uno de los directores de la primera entrega de «John Wick» que años más tarde se encargaría de dirigir «Atomic Blonde» (2017), film que intentaba justamente aprovechar las cosas que hicieron grande a la película del personaje interpretado por Keanu Reeves.
«Kate», la nueva propuesta de Netflix, se ve influida por esta nueva tendencia e incluso llega casi simultáneamente con «Jolt» (2021) de Amazon Prime Video, que tuvo un acercamiento un poco más perezoso y menos original que en el que nos ofrece la película protagonizada por Mary Elizabeth Winstead («Scott Pilgrim vs. the World», «10 Cloverfield Lane»).
El largometraje se centra en el personaje del título, una asesina a sueldo, que durante una misión algo accidentada es envenenada con una peligrosa toxina, que solo le dará 24 horas para encontrar una posible cura y, al mismo tiempo, vengarse de sus enemigos. Asimismo, esta fría criminal desarrollará un vínculo inesperado con la pequeña hija de una de sus víctimas anteriores.
La historia es sencilla y transita por algunos lugares comunes del estilo de «anti-heroína en busca de redención», traiciones inesperadas para los personajes, pero anticipables para el público, entre varias otras cuestiones más. Lo cierto es que en esta oportunidad Winstead no solo se nota bien seleccionada para el rol, con más de un punto en común con su Huntress de «Birds of Prey» (2020), sino que además demuestra una gran química con la debutante Miku Patricia Martineau. Por otro lado, que la acción se traslade a Tokio, no solo justifica esa estética de neón que toma prestada de «John Wick», sino que además le da mayor sentido de pertenencia.
La banda sonora compuesta por música japonesa también sirve para acompañar y darle un toque distintivo al producto, y como frutilla de postre (algo que no todos los films de acción de este estilo logran hoy en día) es una gran destreza para combinar acertadamente las coreografías con la puesta de cámara, al igual que un trabajo de edición impecable que no sigue la tendencia habitual de entrar en una fragmentación frenética sin dejar que se luzcan los actores y sus dobles.
«Kate» es un thriller de acción sólido que no pretende ser más de lo que es, pero tampoco se reduce o conforma con ser una mera copia de otras películas. Un film entretenido con la suficiente personalidad para destacarse de otros con aspiraciones similares.
Puntaje:
Tráiler:
Martín Goniondzki

