Into the Night, una segunda entrega a la altura

El año pasado se estrenó la primera serie belga de Netflix, «Into the Night», la cual nos sitúa en un escenario post-apocalíptico donde el sol destruye todo lo que está a su alcance. Es así como un grupo de pasajeros de un avión buscará resguardarse en la oscuridad, deambulando de un lugar a otro para sobrevivir.

Hace poco llegó a la plataforma la segunda entrega, también compuesta por 6 episodios de entre 30 y 40 minutos, para seguir ahondando en esta historia atrapante que nos mantiene al filo del asiento. Al final de su primera parte, los protagonistas lograron llegar a un búnker que les permitía estar a salvo, incluso cuando saliera el sol afuera, pero deberán aprender a convivir con un grupo de militares con objetivos dudosos.

Al igual que sucedió en la temporada anterior, cada capítulo sigue enfocado en un personaje particular, para conocer un poco más sobre su pasado y entender mejor su presente y sus comportamientos. Nos muestran lo suficiente como para darnos un pantallazo pero no demasiado como para no cortar con el dinamismo y el clima construido.

Seguimos teniendo momentos de tensión y suspenso, aunque a un nivel menor que en la primera entrega, principalmente porque al no saber cuáles eran las reglas del juego para sobrevivir todo resultaba ser mucho más peligroso e incierto. Ahora, en cambio, el sol ya no significa una adversidad mayor, porque los personajes saben cómo manejarlo, y pasa a un primer plano la relación entre las personas. Las traiciones están a la orden del día como también cada gesto o acción puede desencadenar un conflicto interno. Ahí se vuelve a ver hasta dónde está dispuesto el ser humano para seguir adelante.

El hecho de haber pasado de prácticamente una sola locación (el avión) a un búnker y una exploración del mundo que los rodea, hace que se pierda un poco esa dinámica grupal porque los personajes se van dividiendo en distintos grupos. De todas maneras, existe un buen uso del búnker, donde se aprovecha cada recoveco para que suceda algo. Presenta una sensación de encierro, oscuridad y una falsa seguridad que no se termina de saber si mantiene el peligro afuera o atrapa a los protagonistas en una jaula peor.

Ningún personaje se siente a salvo, ni siquiera los más populares o queridos. Esto permite generar una sorpresa y una mayor credibilidad en cuanto a la historia que se cuenta. Como también sucedió en la primera temporada, tenemos varias muertes, en este caso bastante arriesgadas.

Los aspectos técnicos están al servicio de la narración. Como mencionábamos anteriormente, la ambientación nos logra generar una sensación de encierro, incertidumbre y peligro latente, como también la fotografía y el hecho de que la mayoría de las escenas se realicen de noche, justamente porque el sol significa un obstáculo. La banda sonora termina de conformar este clima deseado.

En síntesis, la segunda temporada de «Into the Night» resulta nuevamente efectiva, aunque con una sorpresa y peligro menor porque ya conocemos las reglas del juego y los protagonistas lo usan para su propio beneficio. De todas formas, consiguen generar tensión por las situaciones que nos presentan, donde el mayor obstáculo ahora serán las personas con las que se crucen en el camino. De esas series fáciles de ver y que te mantienen atrapado de inicio a fin.

Tráiler:

 

Samantha Schuster 

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