Crítica de «Los Hambrientos» de Robin Aubert (2017)

Desde Canadá nos llega este relato de muertos vivos de corte intimista que se centra en un grupo variopinto de sobrevivientes que unen fuerzas para hacerle frente al panorama postapocalíptico.

Robin Aubert («Saints-Martyrs-des-Damnés») nos otorga su quinto largometraje y nos coloca en el centro de un relato de zombies clásico pero menos desenfrenado a lo que nos tienen acostumbrados últimamente. Un virus ha dejado desolado a un pueblo de Quebec, en el que solo un pequeño grupo de personas han sobrevivido a la epidemia. Marc-André Grondin («El primer día del resto de tu vida»), Monia Chokri («Reparar a los vivos») y Micheline Lanctôt («Familia») son tres de los personajes principales que se destacan en este escenario adverso, donde la historia se va a focalizar sobre todo en lo humano, más que en lo salvaje y en cómo un grupo heterogéneo de integrantes buscará afrontar la situación.

El film escrito y dirigido por Aubert se toma su tiempo para presentar a los personajes y mostrarnos los diversos caminos que llevan a juntarlos. Esas fuerzas del destino se encargarán de que un par de mujeres mayores, una madre que ha perdido a su familia, un hombre práctico y directo, una niña, una mujer que va a todas partes acompañada de su acordeón, un joven que ha tenido que ejecutar a sus seres queridos y un anciano que ha sido mordido en la pierna, hallen en el otro un hombro en el que apoyarse.

El largometraje impecablemente filmado busca separarse de los relatos mainstream o arquetípicos del cine de zombies para centrarse en el aturdimiento de los supervivientes y la falta de plan para combatir la epidemia de infectados. Un grupo desolado y aislado, que lejos se encuentra de las grandes zonas urbanas y que se manejan en un paisaje más rural que no hace más que acrecentar el costado salvaje de las temibles criaturas que los acechan. Lo interesante del film resulta ser su ambivalencia en lo que nos relata. La narrativa prioriza más lo visual que lo verbalizado y es por ello que se amplifica esa sensación de incomunicación y retraimiento. Sin embargo, esto también es contraproducente hacia la segunda mitad del relato, ya que en el primer acto esto puede generar intriga o suspenso por querer saber más de los personajes, pero en el nudo del conflicto ya el espectador quiere obtener algún tipo de información más concreta sobre ellos. La naturaleza meditabunda y ensimismada puede separar a esta obra de muchas otras que se vienen presentando últimamente, y es eso lo que le juega a favor, a pesar de que no consigue generar todo lo que se propone en primera instancia.

«Los Hambrientos» es un film interesante en concepto y reflexivo por todo lo que plantea sobre la humanidad, la falta de comunicación, el aturdimiento de la tecnología y otras yerbas que se sugieren, pero también es una película que nos deja con la sensación de que podría haber sido mucho más. Recomendable para aquellos que quieran ver un largometraje de zombies diferente.

Puntaje:

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *