CINE

Crítica de «Los trabajos y los días» de Juan Villegas (2019)

«Los trabajos y los días» llega a Puentes de Cine, la plataforma de la Asociación de Directorxs de Cine PCI, el próximo 13 de agosto. Se trata de un documental institucional del Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC), dirigido por el cineasta, guionista y productor argentino Juan Villegas.

Entre los últimos trabajos del director, quien es miembro del movimiento llamado «Nuevo cine argentino» de la década del 90,  se encuentran la comedia romántica «Las Vegas» (2018), protagonizada por Pilar Gamboa, Santiago Gobernori y Valentín Oliva (Wos); y más recientemente estrenó un libro titulado «Una estética del pudor», donde se acerca al mundo del tango de la mano del cantor Raúl Berón y la orquesta de Aníbal Troilo.

La obra hace un registro meticuloso de los preparativos técnicos para una presentación que se dará en una semana. Se la puede dividir en tres segmentos: en primer lugar, encontramos este repertorio de quehaceres pre-función. En segunda instancia se conmemora al pianista, compositor y director musical Gerardo Gandini, quien además fue el fundador de la institución. Por último, se homenajea al director y guionista Rafael Filippelli, exhibiendo fragmentos de su película «Esas cuatro notas» (2004).

Villegas no es ningún novato en materia de documentales musicales. Previamente, en 2015, ya se había encargado de la dirección de «Victoria», un largometraje que retrata un año en la vida de una cantante de tangos y música regional. Esa experiencia derivó en una cinta de narrativa precisa que no da lugar a elementos innecesarios. La fotografía y puestas de cámara, a cargo de Inés Duacastella, son muy correctas e inspiran la elegancia que amerita estar rodando en un lugar tan distintivo y emblemático para la música nacional. Una decisión muy interesante es la de obtener testimonios, sin exhibir en cámara a quiénes fueron entrevistados. Si bien en los créditos son mencionados, el recurso de solo aprovechar su voz en off mientras se ven imágenes de los preparativos, resulta sumamente favorable a la hora de ser concisos en el relato. Tanto es así que el film tiene una escasa, pero satisfactoria, duración de 61 minutos. Estamos frente a una película que sabe aprovechar los minutos que el espectador le confía.

Cabe mencionar que es un documental de contenido específico. En este sentido, apunta a un público muy selecto. Una de las involucradas en el funcionamiento del establecimiento asume en su testimonio que la mayor cantidad de sus concurrentes son jóvenes que se dedican a la música, y adultos mayores que fueron testigos de la novedosa escena musical contemporánea de siglo XX (música predominante en el CETC). Si, a pesar de las limitaciones, se decide aventurarse al visionado de este material, se descubrirá el lado B de toda presentación teatral/show y nos adentraremos en un mundo sonoro que sigue vigente y en constante lucha por no desaparecer ante el acaudalado bombardeo de nuevas tendencias musicales.

Nota importante: A partir de hoy se podrá ver la película en Puentes de Cine.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Javier Franco

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