Crítica de «La conquista de las ruinas» de Eduardo Gómez (2019)
Lo que hubo, lo que hay y lo que habrá; arañar la superficie tratando de conservar la memoria.
Ópera prima del director boliviano Eduardo Gómez, realizada con el apoyo del Incaa, Adecine, Ibermedia y el Fondo Intervenciones Urbanas. Es una co-producción entre Argentina, Bolivia y España. Además, cuenta con música original de Nico Deluca.
«La conquista de las ruinas» retrata a trabajadores de canteras y obras de construcción. Barrios privados. Restos paleontológicos. La tierra une y separa a todos ellos, donde cada uno tiene una interpretación sobre qué es y cómo se debe habitar este mundo. El documental sigue sus intereses para construir un relato sobre la expansión de la ciudad y sus consecuencias.
Entre un documental y film-ensayo, «La conquista de las ruinas» muestra a través de un discurso científico y filosófico la idea amplia y profunda de reflexión sobre de la destrucción o la construcción del ser humano como depredador y, al mismo tiempo, arquitecto de su propia realidad. Fue filmada en blanco y negro por un equipo de realizadores argentinos y bolivianos en locaciones de Villa El Chocón, entre Río Negro y Neuquén, en Argentina, y en Orcoma, en la provincia de Capinota, Cochabamba, Bolivia. Busca crear una atmósfera asfixiante con una idea compleja que pretende plasmar los mundos antiguos, sus civilizaciones y los aspectos de la urbanización. Todo esto se da en función de construir un sistema alejado de la esencia de la naturaleza. Destruir para poder crear. Lo primordial que desaparece pero que también es necesario para el avance, y en donde dicho avance puede desvanecerse la historia y la identidad.
Un documental con una tonalidad triste, nostálgica, pero con una elocuencia del lenguaje en cada pasaje que expone un lugar específico donde ocurrieron muchas maravillas y muchas formas de vidas, ganando hoy progreso y perdiendo, por otra parte, un poco lo que se tenía. Pasaron de ser espacios naturales a convertirse en lugares habitados y transformados. El avance de la ciudad nos deja sin memoria, sin pasado. Se torna interesante cuando se muestra capaz de construir una visión que recorre a través de un puñado de personajes el camino de la destrucción a la construcción, entre la cantera y la paleontología.
Se abordan distintas cuestiones como la extracción de piedras hasta poder llegar al corazón de la montaña, la profanación de cementerios indígenas ante la construcción de ambiciosos proyectos inmobiliarios, el rescate de restos paleontológicos, que se relacionan directamente con la lucha del ser humano, la vida como una construcción (edificación) o los sacrificios. Además, hace hincapié en cómo aprovechamos o le damos la finalidad a nuestra existencia.
«»La Conquista de las ruinas», puede ser entendida como la intención de conquistar lo perdido, lo muerto y pasado. Las realidades de nuestros protagonistas, sus actividades, experiencias y aspiraciones de vida se entrelazan con la huella que dejamos en el mundo».
En síntesis, «La conquista de las ruinas» es un documental que se aboca a encontrar el sentido de que nos une a los seres humanos. Habla sobre los anhelos, las forma de cimentar nuestra vida, lo que dejamos en los demás una vez que no estamos y aquellas elecciones de preservar o destruir para iniciar, desde un lado más filosófico y reflexivo sin juzgar cómo cada persona ejecuta su vida.
Puntaje:
Tráiler:
Noelia Giacometto
