Crítica de «Luciferina» de Gonzalo Calzada (2018)
Después de recibir la noticia de la muerte de su madre, Natalia (Sofía del Tuffo), una joven monja regresa a su hogar. Junto a su hermana (Malena Sánchez) y sus amigos emprenderá un viaje al tigre, en donde realizarán un extraño rito, en el cual Natalia descubrirá su verdadero y aterrador origen.
Saliendo un poco del molde en cuanto al género de terror, «Luciferina» es una refrescante historia, que cuenta algo anteriormente dicho con un enfoque distinto. El relato forma parte de una saga llamada «La Trinidad De las Vírgenes», que contará con dos películas más para completar la trilogía macro, «Inmaculada» y «Gótica».
Entre las actuaciones se destacan los protagonistas Sofía del Tuffo y Pedro Merlo, especialmente la de Merlo que desarrolla un doble personaje de una manera impecable y con una brillante interpretación.
Filmado en una locación espeluznante que va a tono con el relato, los movimientos de cámara y los planos acompañan de una manera muy amena la historia. Un convento abandonado con las imágenes sagradas, cruces y lápidas crea un escenario propicio para que el espectador viva momentos de tensión, suspenso e intriga.
Sin ser una película de terror clásica o de clase b y sin recurrir a exageraciones, la cinta logra entretener al público, manteniéndolo interesado en la trama que se va desarrollando. Si queres ver una película argentina de terror, «Luciferina» vale la pena.
Puntaje:
Tráiler:
Victoria Ferri
Una decepción. Tenía los elementos para ser una película terrorífica pero por momentos da gracia. La actriz principal no llena los zapatos de su personaje, lo mismo con el resto del elenco joven. Los diálogos son forzados y se hace larga y tediosa. Dirección de arte correcta que no llega a lucirse del todo. El montaje parece de televisión, le falta cinematografía. Muy pretencioso querer hacer una trilogía sin probar si funciona.