Crítica de «Mari» de Adriana Yurcovich y Mariana Turkieh (2021)

Mari es una mujer que trabaja como empleada doméstica en algunas casas de Capital Federal. Su vida es sencilla y aparentemente buena, hasta que un día deja el hogar en el que vive con su marido porque este la maltrata y llegó el momento de decir basta. Es así como se muda a la casa de sus patrones, dando lugar al documental que lleva su propio nombre.

«Mari» es una historia inspiradora de superación, que muestra la fortaleza de una mujer, la capacidad de poder salir de una situación de violencia en la que estaba inmersa y la decisión y determinación de lograr empezar de nuevo. El documental nos ofrece una mirada intimista hacia la vida personal y el mundo de la protagonista, que a pesar de haber sufrido un pasado de maltrato físico y psicológico nunca deja de sonreír.

Se nota la cercanía que tienen las directoras con la protagonista, son aquellas que le abrieron las puertas de su casa en el momento más difícil de su vida, y por eso consiguen que Mari tenga la confianza para contar todo lo que siente, lo que piensa y que relate los hechos de su pasado con total honestidad y sensibilidad.

La protagonista genera una empatía inmediata con el espectador, a través de la bondad, la pureza, esa sonrisa contagiosa y el deseo de superarse que transmite. En todo momento está buscando hacer lo que le gusta, escalar obstáculos y seguir adelante. Uno de los puntos más fuertes del film es que no se propone ahondar en la violencia y los malos tratos, sino que busca pararse en un costado más positivo y optimista. Se puede salir de una situación así y renacer.

El documental mezcla algunas entrevistas con la observación. Muchas veces los personajes hablan a cámara, mientras que otras son conversaciones obtenidas a partir de visitas o situaciones especialmente premeditadas para que formen parte de la historia. Así es como conocemos a la familia de Mari, la acompañamos en su paso por la escuela o las salidas. Somos parte de su cambio y su total libertad.

En síntesis, «Mari» es un documental muy sentido y honesto, en el cual las directoras tienen una relación muy directa con la protagonista, algo que permite brindarnos una mirada honesta y profunda sobre su vida. Una historia que no se detiene solamente en los malos tragos, sino que busca ser inspiradora y servir de ejemplo para muchas mujeres que pueden estar pasando por situaciones similares. Es una manera de decirles que se puede vivir de otra manera, conseguir la libertad y felicidad.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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