CINE

Crítica de «Miller’s Girl» de Jade Halley Bartlett (2024)

Cairo (Jenna Ortega, «Wednesday», «You») es una joven de 18 años que tiene un talento particular para la escritura. Cuando empieza una clase con el Sr. Miller (Martin Freeman), un profesor que publicó un libro pero que se dedicó a enseñar por las malas críticas que recibió, empiezan a construir un vínculo complejo. La admiración que sienten el uno por el otro y la pasión por la escritura y los libros que comparten harán que lo personal y lo profesional se confunda cada vez más. Una tarea asignada finalmente los llevará por el camino de la perdición.

«Miller’s Girl» arranca de una manera prometedora, presentando a los distintos personajes con cierta sutileza, intriga y naturalidad: una joven descuidada por sus padres que vive en una mansión en las afueras de la ciudad, con tiempo libre que la aburre y un gran talento para la escritura; y un profesor frustrado con su carrera y con un matrimonio aparentemente estable pero con fisuras a cuestas. A pesar de la gran diferencia de edad, Martin Freeman y Jenna Ortega trabajan bien juntos, haciendo que los diálogos resulten creíbles y casuales. El vínculo de confianza, consejos, sensualidad y coqueteo que construyen poco a poco está bien abordado, pero una vez que el objetivo se va concretando todo parece perder su rumbo.

El giro resulta bastante apresurado y el conflicto se resuelve atolondradamente, creando una personalidad completamente distinta de lo que se venía presentando de la joven. Aunque era bastante peculiar, con intereses diferentes a los chicos de su edad, pasa de ser una persona que busca experimentar y divertirse a ser una manipuladora vengativa. Obviamente el giro es impactante pero porque está salido de la nada, no porque no lo veamos venir. Probablemente, esto también tenga que ver con la corta duración que tiene la cinta (hora y media). Tal vez si se le hubiera dando un poco más de tiempo para trabajar la conclusión se podría haber logrado algo más interesante o coherente.

El clima que crea el film es el adecuado, manteniendo la tensión, el erotismo y la incomodidad en todo momento, sobre todo en aquellas escenas en las que se encuentran los protagonistas solos. No sabemos hasta qué punto avanzarán ni qué es lo que sucederá. A través de su atmósfera logra instalar la confusión en el espectador, donde no sabemos si lo que ocurrió es real o es producto de la fantasía adolescente de una alumna con su profesor. De todos modos, esta idea se esfuma bastante rápido para brindarnos una conclusión poco satisfactoria, porque, como decíamos antes, es media forzada y además porque se siente fuera de época. En el contexto del siglo XXI, se podría haber hecho algo mucho más moderno, feminista y actual.

Con los personajes secundarios ocurre algo particular. Por un lado su historia resulta atractiva, por el otro parecen más relleno que otra cosa, porque no tienen una razón de ser, más que contar una trama similar a la principal pero sin llegar a una conclusión real. Ellos son Winnie (Gideon Adler), la mejor amiga de Cairo que la impulsa a tomar la clase de Miller, y Boris Fillmore (Bashir Salahuddin), profesor de gimnasia, que también desarrollan un vínculo especial pero más medido y cuyas acciones no tienen demasiado peso en el relato.

En síntesis, «Miller’s Girl» empieza de una manera prometedora, buscando ser provocadora y atractiva, sin embargo, se queda a mitad de camino por ofrecer una trama que se estanca y se resuelve de manera apresurada e inconsistente. Buenas actuaciones de su elenco no logran sacar a flote esta historia erótica entre una alumna y profesor que hemos visto otras veces pero de forma más satisfactoria.

Puntaje:

 
 

Tráiler:


 

Samantha Schuster

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