Crítica de “Mowgli: Relatos del Libro de la Selva” de Andy Serkis (2018)
En 1894, Rudyard Kipling, un escritor británico nacido en India, publicó “El Libro de la Selva”, una colección de historias, no todas con la misma trama, pero sí que estaban protagonizadas por niños y animales de la selva, dejando diversas reflexiones morales. El mismo tuvo varias adaptaciones a la pantalla grande, entre ellas las más conocidas de Disney, primero como un dibujo animado en 1967 y luego como live-action en 2016. Ese mismo año estaba pactado que Warner Bros. estrenara también la historia de Mowgli en el cine, pero finalmente esta producción llega el día de hoy a Netflix.
“Mowgli: Relatos del Libro de la Selva” cuenta la historia de un pequeño que es dejado en el medio de la selva, luego de que el tigre Shere Khan matara a sus padres. Es así como Bagheera, una pantera, lo lleva a la manada de lobos para que lo críen, luego de que el consejo lo aceptara como propio. Sin embargo, Mowgli no se siente del todo parte del grupo, pero no comprende el por qué de su distinción. Baloo, el oso que se encarga de preparar a los lobos para que conformen parte de las cacerías, lo entrena a Mowgli para que pase la prueba, pero de no hacerlo, deberá irse a la aldea de los humanos para encontrarse a salvo del tigre, cuya intención es matarlo.
Si tenemos presente las adaptaciones anteriores de “El Libro de la Selva”, veremos que en esta oportunidad existen algunas diferencias en la historia, que se asemeja más a los cuentos del autor Kipling. Si bien algunos detalles son distintos, en su mayoría se observa un reflejo bastante fiel al material de origen, que no estaba destinado a un público infantil, aunque tuviera como protagonista a un niño. En este caso tampoco tenemos un trama para chicos, debido a que es mucho más oscura, más violenta y más cruda. La cinta no deja de mostrar sangre, marcas de golpes y heridas e incluso hasta muerte en la pantalla. Pero no solo en este sentido es una historia más adulta, sino también por las temáticas que trata. Se hace hincapié en el conflicto interno del protagonista, quien no pertenece ni al mundo humano ni al animal, que es diferente a todos aquellos a su alrededor y que esta diversidad no es tomada amablemente por todo el mundo. Asimismo, se abordan las leyes de una sociedad (en este caso conformada por animales), como lo despiadado que puede llegar a ser el hombre.
En cuanto a la composición de los personajes, también observamos una creación muy realista, con gesticulaciones que mezclan el lado animal/salvaje con el humano/lo sentimental. En este sentido, podemos destacar la vasta experiencia que tiene su realizador Andy Serkis en la captura de movimiento, plasmando esa habilidad tanto delante como fuera de cámara (además de ser el director interpreta a Baloo). El elenco realiza un trabajo sublime con sus voces, quienes también tienen varios trabajos del estilo encima. Tenemos el placer de escuchar a Benedict Cumberbatch (Shere Khan), Christian Bale (Bagheera), Cate Blanchett (Kaa), entre otros.
En síntesis, “Mowgli: Relatos del Libro de la Selva” es una adaptación mucho más realista y cruda que sus antecesoras, ofreciéndonos una historia más adulta que las que plasmó Disney en la pantalla grande. Este realismo se puede ver tanto en la trama como en los aspectos visuales. Con un gran elenco de voces, esta propuesta consigue conservar la esencia de un clásico pero a la vez otorgar algo diferente y único.
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster

