Crítica de “Mute” de Duncan Jones (2018)

La nueva película del director de “Moon” se centra en Leo, un joven que perdió la voz de pequeño, debido a un accidente en el cual se podría haber salvado de no ser por las creencias amish que regían a su familia. Pero tampoco le fue muy mal en la vida, en la actualidad está enamorado de una mujer con la que trabaja en un bar. Todo cambiará cuando de un día para el otro Naadirah desaparezca sin dejar rastro alguno y el protagonista deba sumergirse en un submundo peligroso para encontrarla.

“Mute” es un film que tiene todos los condimentos para ser magnífica tanto visual como narrativamente, pero que no termina de impactar de una gran manera.

En primer lugar, podemos realizar un paralelismo con “Blade Runner” e incluso con la reciente incorporación de Netflix, la serie “Altered Carbon”, en cuanto a la estética y sus recursos visuales. Nos adentramos a un Berlín de 2056 con un estilo neo-noir y cyberpunk ya visto anteriormente. De todas maneras, su realización es muy correcta, ofreciéndonos un despliegue visual imponente.

Con respecto al relato, nos encontramos con dos líneas discursivas paralelas, que se irán uniendo con el correr del metraje. Por un lado tenemos a la historia principal, donde Leo irá recorriendo distintos lugares y negocios marginales para buscar a su amada y se verá inmerso en muchos problemas. Pero a diferencia de la mayoría de films de este estilo, donde predomina la acción y un gran despliegue de producción, en este caso las resoluciones son mucho más minimalistas con una violencia medida. Por el otro lado, tenemos una subtrama protagonizada por Cactus Bill, un norteamericano desertor que quiere conseguir nuevos documentos para poder irse del país con su hija. Ambos relatos se irán conectando poco a poco a través de un giro interesante en la narración. Podemos identificar algunas incongruencias a medida que avanza la cinta, que en un primer momento no generan mayores inconvenientes, pero que comienzan a hacer ruido posteriormente. Y un final al que le podrían sobrar sus 20 minutos culmines, otorgándole un cierre más acorde y no tan rebuscado.

El elenco está conformado por actores de relevancia, como Alexander Skarsgård, quien viene de haberse consagrado en la serie de HBO “Big Little Lies”, realizando un personaje totalmente diferente. En vez de usar su carisma en público y su violencia desmedida en privado, en esta oportunidad encarna a un papel con mucha calma y sentimientos, aunque no termina de generar tanta empatía como se podía esperar. En su contraparte se encuentran los correctos villanos Paul Rudd, a quien solemos ver en el género de comedia, desmotrando su versatilidad, y a un transformado Justin Theroux (“The Leftovers”).

En síntesis, Duncan Jones nos ofrece un interesante policial con un estilo visual marcado e imponente, que trae aparejado algunas incongruencias, pero que, de todas maneras, su resultado es entretenido.

Puntaje: 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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