Crítica de “On Body and Soul” de Ildikó Enyedi (2017)
Cuando a uno le hablan de una comedia romántica, inmediatamente Hollywood le invade la mente con una historia de chico y chica diferentes que después de muchos inconvenientes terminan juntos. En mayor o menor medida, estas tramas tienen una fórmula que se suele tomar de base para crear un argumento más o menos cliché, cursi, divertido o entretenido.
Pero “On Body and Soul”, nominada a Mejor Película Extranjera representando a Hungría en los Oscar, no es una comedia romántica cualquiera aunque pueda inscribirse dentro de este género. La misma cuenta la historia de Mária, quien comienza a trabajar en un matadero como supervisora de calidad. Allí conoce a Endre, director de finanzas. A pesar de sus intenciones, no les resulta fácil relacionarse. Pero esto cambia cuando ocurre un incidente en la empresa, por el cual contratan a una psicóloga para que evalúe a todos los empleados. Es así como descubren que por las noches ambos tienen el mismo sueño.
Una trama un tanto inusual y extravagante que a simple vista parece ser acotada para desarrollarla en dos horas de metraje. Si bien el relato se vuelve un poco extenso en ciertos momentos, el argumento sirve como puntapié para desentrañar las personalidades de dos figuras muy particulares. Mientras que él presenta una discapacidad en su brazo izquierdo, que le impide hacer algunas tareas, ella tiene una manera muy fría y distante de relacionarse con las personas. Nunca nos enteramos qué es lo que les sucedió en la vida para comportarse de esa forma, pero lo importante es el aquí y ahora. El film maneja muy bien el progreso de los protagonistas para conseguir su objetivo. Esto es posible también gracias a la labor de sus actores Géza Morcsányi y Alexandra Borbély, que logran captar la esencia de cada papel.
Por otro lado, y siguiendo con el sentido del distanciamiento de las comedias románticas tradicionales, el clima que presenta la cinta es frío y rígido como sus protagonistas y su vínculo. En primer lugar, el espacio laboral es un matadero, en el cual se muestran ciertas escenas con presencia de sangre y no apta para los más impresionables o vegetarianos. Además existe una ausencia de colores cálidos en su fotografía, de música sentimental o cualquiera de los clichés que uno podría imaginarse.
Pero todo esto… ¿genera que el film carezca de corazón? Absolutamente no. Si bien no nos encontramos ante algo convencional, es muy interesante el tratamiento que se le da a la historia sobre dos personas con dificultades para relacionarse, que hacen su mayor esfuerzo por entender al otro y a la situación por la que atraviesan. La película habla sobre las diferencias, la incapacidad de comprender los sentimientos, la fuerza de voluntad, el acercamiento a las personas aunque cueste.
En síntesis, “On Body and Soul” es un film que evade todos los clichés de una comedia romántica para ahondar en la vida de dos casos perdidos que persiguen una conexión absurda pero real. Una película que atrae por su corazón detrás de la aparente fría coraza.
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Samantha Schuster