Crítica de «Possessor» de Brandon Cronenberg (2020)
Una de las gratas sorpresas que nos dejó el 2020, dentro de la escaza oferta cinematográfica, fue la segunda película de Brandon Cronenberg («Antiviral»), el hijo de David Cronenberg, que fue presentada en el Festival de Sundance y reconocida en el de Sitges con los galardones a Mejor Película y Mejor Dirección.
«Possessor» es un thriller psicológico muy atractivo, interpretado por Andrea Riseborough que recuerda a grandes obras del padre de Brandon, como por ejemplo «The Fly» (1986), «eXistenZ» (1999) y «Videodrome» (1983) por solo mencionar algunas. El largometraje sigue a Tasya Vos (Riseborough), una agente de una organización secreta que utiliza implantes cerebrales para controlar el movimiento corporal de otras personas, obligándolas a cometer asesinatos que benefician a toda clase de altos ejecutivos del mundo corporativo. Un día, durante una misión rutinaria, algo sale mal. La agente Vos se ve atrapada dentro de la mente de uno de los sujetos que trataba de controlar (Christopher Abbot), cuyo apetito por la violencia se acaba convirtiendo en su peor aliado, superando incluso el suyo propio.
Aparatos para controlar mentes con un aspecto retrofuturista y anticuado, un thriller psicológico con momentos de body horror y de violencia brutal, todos condimentos dignos de un digno heredero de Cronenberg y que se presentan dentro de una premisa bastante seductora e inspirada. Además, estamos en un film donde el componente estético es bastante central e importante con recursos visuales y sonoros que buscan centrarnos en el estado de confusión de la protagonista y generar un extrañamiento producto de las jugadas psíquicas que son parte vital de la trama.
La violencia es bastante gráfica y tanto los emplazamientos de cámara como la banda sonora intentan shockear o golpear al espectador. Esto probablemente haga que no sea un film para estómagos sensibles o para personas impresionables pero aquellos que logren atravesar esa barrera se encontraran con sólidas interpretaciones de Risenborough y Abbott en los roles principales así como un más que digno aporte de Jennifer Jason Leigh, que oficia de la jefa de Tasya, la cual comienza a percibir un extraño comportamiento de parte de la agente, cosa que puede poner en peligro a toda la operación. Asimismo, tendrán un relato que no solo busca entretener por medio de una idea fantástica y fresca, que logra sostenerse a lo largo de toda la obra, sino que además serán testigos de cómo Brandon sigue los pasos de su padre David, con una película que le rinde honor constantemente.
Por otro lado, el film tiene su costado reflexivo sobre el libre albedrio, las relaciones familiares y afectivas que se van deteriorando y jugándole malas pasadas a las personas y otros tópicos de carácter más existencialista y filosófico.
«Possessor» es una película intrigante, angustiante y por momentos sofisticada que busca, al igual que la protagonista, meterse en nuestra mente mediante una idea atractiva, violencia extrema y recursos estéticos sumamente interesantes. Una propuesta desafiante que nos da ganas de ver los próximos pasos del joven Cronenberg.
Puntaje:
Tráiler:
Martín Goniondzki