Crítica de «The Gift» de Joel Edgerton (2015)
La película nos presenta a la familia “x”. Una pareja golpeada por la pérdida de su bebé se mudan a una nueva e imponente casa para empezar “de 0”. Todo parece ir en orden, Simon (Jason Bateman) es un empresario exitoso, con una bella y talentosa esposa. Tal para cual. Son la típica pareja de clase alta estadounidense.
La rutina cambia rotundamente cuando aparece en la vida de Simon un personaje que conoce del pasado, Gordo, un inmenso Joel Edgerton. No solo compone a la perfección el personaje retorcido de la cinta sino que a la vez la dirige siendo ésta su ópera prima.
El film realiza un recorrido permitiéndonos conocer a los dos personajes principales Simon y Gordo. El vínculo entre los dos desde un comienzo es forzado, generando que las relaciones son los puntos fuertes de la película, gracias a las tres impecables interpretaciones.
Jason Bateman demuestra que puede explorar distintas facetas, dejando la comodidad de la comedia para moverse por distintos géneros. Por ejemplo, en la serie «Ozark» tiene un papel mucho más serio, donde interpreta a un asesor financiero involucrado con el mundo de las drogas.
Mientras más conocemos a Gordo descubrimos que su psiquis no funciona de forma correcta. Visitando a la esposa de nuestro protagonista cuando no está, o entrometiéndose en ocasiones incómodas. Gordo está obsesionado con Simon, busca a toda costa ser reconocido y aceptado. Demuestra todo el tiempo que Simon logró ser una persona importante, que todo lo tiene. Sin embargo él se quedó en el camino.
Uno logra odiar a Gordo, sintiendo rechazo, asco, incomodidad. El transcurso del film es hipnotizador. Gracias a Gordo conocemos profundamente a Simon, dejándolo expuesto al hombre de bien. Se da vuelta la historia, quizá el hombre de familia no es tan correcto como pensamos.
El final es impactante, perturbador. Una gran conclusión para una gran historia.
Puntaje:
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Mauro Durán