Crítica de «The Tender Bar» de George Clooney (2021)
El reconocido actor George Clooney vuelve a ponerse tras las cámaras (luego de varias exitosísimas incursiones como director) para contar un coming of age con aire familiar, pero con varios atractivos como para justificar la experiencia.
En el 2002, Clooney debutaba en la dirección con «Confessions of a Dangerous Mind», un thriller de espionaje con guion de Charlie Kaufman, que obtuvo una cálida recepción por parte de la crítica. Tres años más tarde llegaría «Good Night, and Good Luck» (2005), la cual también fue aclamada y tuvo un buen paso por la temporada de premios de aquel año. Tras aquellas célebres incursiones como director, cada vez que llegaba un proyecto de Clooney, había cierta expectativa por la pericia que mostraba en aquellos relatos inaugurales. Lo cierto es que el director alternó algunas producciones interesantes y otras un tanto convencionales, sin poder hacerle frente a ese comienzo arrollador, pero demostrando ser un hábil narrador con algunos de esos destellos que lo pusieron en el mapa de la dirección cinematográfica.
«The Tender Bar» o «El Bar de las Grandes Esperanzas» representa una mejora respecto a su floja incursión sci-fi con «The Midnight Sky», aunque por momentos la adaptación de las memorias de J.R. Moehringer resulte un tanto desprolija y convencional. El largometraje que adapta la novela autobiográfica de J.R, sigue justamente a este joven (interpretado en su niñez por Daniel Ranieri y de estudiante universitario por Tye Sheridan) a lo largo de las décadas de los 70/80, en el marco de una familia disfuncional con su madre (Lily Rabe) teniendo que volver a la casa de los abuelos de JR por problemas económicos, y con una figura paterna (Max Martini) ausente que solo lo ve esporádicamente y luego intenta encontrar en la radio, ya que es un locutor/presentador radial. En ese marco familiar algo convulsionado, se acercará a su abuelo (el gran Christopher Lloyd) pero principalmente a su tío Charlie (un estupendo Ben Affleck), quien representará una figura importante en su crianza y en el apoyo para que el joven cumpla el sueño de convertirse en un escritor.
El drama que dirige Clooney y que adaptó el guionista William Monahan («The Departed»), presenta cierta convencionalidad al mostrar la ya clásica historia de superación del escritor que busca triunfar viniendo desde un sector con menos posibilidades. Incluso se siente algo desprolija y apresurada en sus formas, ya que en principio hay un salto temporal demasiado grande entre la niñez y la adolescencia tardía del joven, con algunas líneas narrativas que quedan en el aire y con ciertos personajes que arrancan con cierta dimensionalidad o cierto peso narrativo en la historia pero que con el correr de los minutos van siendo olvidados y dejados de lado. Por ejemplo, la figura del abuelo que compone Lloyd parece tomar cierta importancia, pero luego es opacada o dejada a un costado. Lo más atractivo de la historia yace en el vinculo entre JR y su tío Charly, donde se forma una relación mediante la cual el personaje de Affleck apadrina y sirve de tutor y confidente del protagonista, dándole consejos y lecciones valiosas desde lo afectivo, lo laboral y lo que respecta a la vida misma.
Además de ser un drama con momentos de exploración sobre las clases sociales, el despertar sexual, las frustraciones y las vueltas que se dan en los caminos que aprenden los jóvenes en su paso a la adultez, también hay momentos de tensión y de problemáticas donde se tratan los vínculos familiares, siempre manteniendo un tono y un carácter optimista al estilo de feel good movie.
«The Tender Bar» no ganará puntos por su frescura o innovación, pero representa un pequeño film bien construido con un aire nostálgico, que se beneficia del cariño con el que Clooney trata a sus personajes, especialmente al de Affleck, que se luce por sobre los demás. Un coming of age reconfortante y funcional que nos deja con una sensación agradable pese a que tenia potencial para ser un film mucho más sólido, si tan solo nos ponemos a reparar en su gran talento delante y detrás de cámaras.
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Martín Goniondzki