Crítica de “Todo el año es Navidad” de Néstor Frenkel (2018)

Generaciones y generaciones han creído en Papá Noel y han celebrado su llegada cada Navidad. Pero esta magia es alimentada no solo por una creencia o cuentos populares narrados por los padres, sino también por aquellas personas que encarnan a dicho personaje. Esos Papá Noel que cada año se disfrazan para darle vida a una figura mística y hacer crecer dicha fantasía, posándose en Shoppings, plazas o cualquier sitio dispuesto a recibir a los niños y a sus cartas con pedidos de regalos.

Néstor Frenkel toma este particular hecho como puntapié inicial para abordar en «Todo el año es Navidad» el trabajo que realizan estas personas durante un mes cada año. Cómo llegan a tomar la decisión de convertirse en Papá Noel, cómo se transforman, qué cuidados toman, cómo son sus experiencias con los niños, qué es lo que les termina dejando este empleo tan peculiar.

En forma de documental, con algunas entrevistas, imágenes de seguimiento en la preparación y el trabajo en sí de Papá Noel, y algunas escenas de una película en blanco y negro que sirve como hilo conductor, Frenkel nos muestra las distintas experiencias de este oficio. Hay quienes se toman más en serio el empleo, otros que consideran que están destinados para encarnar a este ser místico por una orden más divina (los momentos más bizarros e hilarantes del film, que generan comicidad en el espectador).

Si bien tenemos una infinidad de películas de Navidad, que suelen ser explotadas en dicha época del año, este film es algo totalmente distinto. Porque no nos cuenta una historia ficcional sobre los milagros navideños, sino que vemos, en su corta duración, el detrás de escena de la magia. Y no solo nos da un pantallazo de aquellas personas que se convierten en Papá Noel, sino que también nos ofrece una profundización sobre la industria publicitaria y comercial que rodea a este personaje, que ha sabido sostenerse de una buena manera.

Con respecto a los aspectos técnicos, debemos resaltar el trabajo realizado en montaje. Tiene un buen ritmo narrativo, como también una buena elección de las imágenes. Cada una de las entrevistas y del seguimiento cotidiano de los Papá Noel, están atravesadas, como mencionamos anteriormente, por un hilo conductor con el contexto en blanco y negro y la figura navideña a color. La banda sonora también acompaña muy bien al desarrollo de la historia.

En síntesis, Néstor Frenkel nos ofrece una película navideña distinta, donde podemos ver esta fiesta desde una perspectiva diferente; el lado b del que todos somos partícipes pero que no conocíamos. El documental nos permite abordar sobre el detrás de escena de aquellos hombres que toman como tarea disfrazarse de Papá Noel para alegrar a los niños durante el mes de diciembre, adaptando esta tradición norteamericana a nuestro clima y país. Asimismo, podemos ver el tratamiento publicitario y comercial que rodea a la Navidad. Un agradable film con unos cuantos momentos de comedia.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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