“La Casa de Papel”, una tercera temporada atrapante

Las series españolas suelen ser muy bien recibidas en nuestro país, pero lo que ocurrió con «La Casa de Papel» dos años atrás fue algo inesperado. La historia que fue pensada en solo dos temporadas causó tal furor que Netflix decidió hacerse cargo de una tercera entrega que desembarcó hace poco en la plataforma.

Mientras que las dos primeras temporadas de «La Casa de Papel» se centraron en el atraco a la Fábrica de Moneda y Timbre de Madrid, se especulaba mucho sobre el argumento que tendría esta continuación, sobre todo teniendo en cuenta que la trama había cerrado de una buena manera, al igual que la vida de sus protagonistas. Se creía que cambiarían los personajes o los lugares para los ataques, pero lograron encontrarle la vuelta para conservar la esencia de la serie junto a esos queridos protagonistas para contar una nueva y atrapante historia.

Tiempo después de haberse escapado de la Fábrica de Moneda y Timbre, los distintos miembros de la banda del Profesor se ubicaron en diversos puntos del mundo para pasar desapercibidos y tener la vida que siempre soñaron. Pero todo se complicará cuando Tokio decida irse de la paradisíaca isla, dejando a Río en ella. Sin soportar estar separado de su amor, el joven le dará un aparato para hablar cada tres días. Sin embargo, la policía y la Interpol encontrarán rápidamente su ubicación, llevándose preso a Río para torturarlo y obtener la locación del Profesor. Es así como la banda se juntará una vez más para salvarlo. ¿Cómo lo harán? Realizando un atraco en el Banco de España.

Al analizar «La Casa de Papel» hay que partir de la base de que muchas veces nos ofrece soluciones inverosímiles a situaciones despampanantes, pero que es una serie que busca brindar entretenimiento del bueno, atrapando al espectador a cualquier costo. Y en este caso, la tercera temporada vuelve a otorgarnos una historia que no podemos dejar de ver por su ingenio y principalmente porque los atracadores siempre están un paso más adelante que la policía. En esta oportunidad, se redobla la apuesta, y se agregan circunstancias más complejas para la banda del Profesor, con la incorporación de la inspectora Sierra, una embarazada con métodos inusuales. Por otro lado, en la segunda temporada la serie había caído en algunos lugares comunes, haciéndola previsible, pero está vez muchas de las situaciones son sorprendentes e inesperadas para el público.

Y hablando de incorporaciones, en esta temporada no solamente tenemos el regreso de los protagonistas con los que el público ya empatizó anteriormente, sino que también se agregan algunos nuevos. El más destacable es Palermo, interpretado por Rodrigo de la Serna, que a pesar de exagerarse un poco los rasgos argentinos (sobre todo en cuanto al habla), brilla con una maravillosa actuación. Por momentos se nota un poco la diferencia interpretativa entre el actor argentino y el resto del elenco. También sobresale la inspectora Sierra, Najwa Nimri, una actriz que tiene experiencia en hacer personajes de villana y que en este caso le aporta una cuota de cinismo a su papel. Por otro lado, también fue positivo hacer regresar a uno de los personajes más importantes de las temporadas pasadas, Berlín (Pedro Alonso), pero no bajo la típica justificación, sino traerlo a partir de flashbacks para no perderlo y otorgarle un rol distinto.

Al final de la tercera temporada nos queda claro que la serie tendrá una continuación, dejando al público con ganas de mucho más. Una producción que si se la analiza en profundidad tal vez podríamos ver muchas cosas, pero la superficie demuestra que está hecha puramente para el entretenimiento y que las reglas las ponen ellos independientemente de lo ilógicas que puedan parecer para el exterior. Y con eso nos quedamos, una historia atrapante, un ritmo frenético, sorpresas, personajes queribles, y buenos actores que nos mantendrán pegados a la pantalla.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *