¿Qué nos dejó el primer capítulo de «Lovecraft Country»?

HBO estrenó serie la semana pasada y antes de que salga el segundo capítulo vamos a repasar un poco sobre lo que nos dejó «Lovecraft Country», la nueva propuesta de la cadena norteamericana que busca mezclar el thriller y drama de época con la ciencia ficción y el terror sobrenatural.

La serie adapta la novela homónima de Matt Ruff y pone en contraste la vida afroamericana de los años ’50 especialmente en los estados segregados con la mitología de la literatura de H.P Lovecraft y sus famosas criaturas. Esto no hubiese sido posible sin la visión de Jordan Peele («Get Out», «Us») como productor ejecutivo del show, y la de Misha Green, desarrolladora y guionista del mismo que ya había trabajado en la escritura de series como «Heroes» y «Sons of Anarchy». Por otro lado, JJ Abrams también participa como productor ejecutivo y puede verse, por momentos, su influencia al igual que la de Peele.

«Lovecraft Country» nos cuenta la historia de Atticus Black (Jonathan Majors), un joven veterano de Guerra que se embarca junto su amiga Letitia (Jurnee Smollett-Bell) y su tío George (Courtney B. Vance) en busca de su padre desaparecido (Michael Kenneth Williams). Lo que parece ser una desaparición de persona común y corriente tomará un giro inesperado cuando comiencen a notarse ciertos patrones extraños alrededor de su desvanecimiento. Así es como comienza una especie de road movie de estos tres personajes a través de la América profunda teniendo que hacerle frente al racismo y la segregación además de amenazas cósmicas.

Realmente resulta bastante interesante este arranque de temporada titulado «Sundown» y dirigido por el realizador francés Yann Demange («71», y director de la miniserie inglesa «Dead Set»), que en sus 68 minutos de duración nos presenta a personajes bien definidos, con problemáticas bien marcadas, intrigas atractivas producto de ciertos mecanismos a los que JJ Abrams nos tiene acostumbrados y una mixtura bastante sólida entre la crítica social y el entretenimiento puro y las ficciones pulp que intenta emular.

El protagonista creció con la literatura Lovecraftiana y las revistas pulp, y muestra su gusto por personajes del estilo de John Carter donde le comenta a una señora en un viaje en micro sobre un soldado confederado que viaja a Marte y ella le pregunta por qué le gusta tanto una novela sobre un soldado confederado a lo que él le responde: «Las historias son como las personas. Amarlas no las hace perfectas. Solo trata de apreciarlas y pasar por alto sus defectos». Esta frase marca un poco esa dicotomía que genera el mismo Lovecraft en la actualidad, siendo uno de los autores más influyentes en el terror y la ciencia ficción norteamericana, pero a su vez teniendo la mentalidad racista/supremacista de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Lo más interesante de la serie se encuentra en ese costado, los momentos de mayor tensión y los inmersivos climas de terror pasan por una certera descripción de la sociedad norteamericana a mediados de los ’50. Las llamadas leyes de Jim Crow (unas leyes estatales y locales en EEUU, promulgadas por las legislaturas blancas que amparaban la segregación racial en todas las instalaciones públicas y se aplicaban a los afroestadounidenses y a otros grupos étnicos no blancos), son retratadas con minuciosidad desde el comienzo e incluso llegan a evidenciar las «Sundown towns» (pueblos segregados que practicaban una forma de exclusión buscando ampararse en las leyes pero también recurriendo a la intimidación y la violencia) de una forma tan realista y cruda que verdaderamente te tiene al filo del asiento y perturba más que las criaturas mitológicas del universo Lovecraft.

A nivel técnico y artístico se destaca la banda sonora tanto original como la que integran varios intérpretes afroamericanos reconocidos como B.B King, Etta James, Earl Hooker, Sarah Vaughan, entre varios otros, así como también una dirección de fotografía bastante inspirada y un diseño de producción impecable con una recreación de época minuciosa.

Todavía es muy temprano para hacer algún juicio valorativo de «Lovecraft Country», pero sí resulta innovadora y seductora la mezcla de elementos que propone, así como también los temas que trata y los conflictos que presentan sus ricos personajes. Una serie para seguir de cerca ya que cuenta con varios de los sellos característicos de HBO.

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *