«Maricón Perdido», la historia detrás de la figura de Bob Pop
Roberto Enríquez Higueras, más conocido como Bob Pop, es un crítico de televisión, comentarista de moda, escritor, bloguero y guionista muy popular en España. En 2010 publicó su novela «Mansos» y ahora llegó a la televisión y al streaming con «Maricón Perdido» para contar su propia historia.
A través de diferentes líneas temporales, «Maricón Perdido» aborda la infancia, juventud y adultez de Roberto. Desde sus 12 años en un pequeño pueblo con un padre ausente y que no lo aceptaba, una madre excéntrica, cleptómana y pesada, y un abuelo que era el único que le daba el cariño y la contención que necesitaba, hasta su juventud donde ya vivía en Madrid, una sociedad más abierta, donde frecuentaba saunas y bares para homosexuales. Y ya de adulto siendo una celebridad y padeciendo una enfermedad degenerativa. Este momento de su vida es el menos abordado, ya que probablemente sea el más conocido.
En estos 6 episodios de media hora que se pueden ver por TNT Series o HBO Max, nos sumergimos en una comedia dramática que nos muestra tanto las sombras como las luces de una persona que desde chica tuvo que superar muchos obstáculos para convertirse en quien verdaderamente es. En ambas etapas podemos ver tanto la discriminación que recibía de su entorno y la falta de comprensión, como también la búsqueda de identidad y las ganas de autodescubrirse. El mundo cruel que lo rechaza por ser homosexual y no coincidir con los cánones de belleza chocan con el deseo de progresar, el optimismo y la confianza en los demás.
Mientras que el propio Bob Pop se retrata a sí mismo durante la etapa de adulto, el niño está encargado por Gabriel Sánchez y el joven por Carlos González. Ambos hacen una gran tarea para encarnar a sus personajes, haciéndonos sentir que son la misma persona con el paso del tiempo. Todas las malas situaciones por las cuales atraviesa el protagonista se ven aplacadas por la bondad, inocencia y ganas de seguir adelante a pesar de cualquier obstáculo que presenta Roberto, haciendo que podamos empatizar con él en todo momento, que nos alegremos por sus conquistas y suframos sus engaños y golpes de la vida.
La parte estética cumple un rol fundamental a la hora de plasmar la historia en pantalla. La serie toma algunas decisiones interesantes, como la forma en la cual se filma al padre de Roberto con fines narrativos. En ningún momento se muestra su rostro completo, sino que solo escuchamos su voz o vemos parte de su cuerpo, para reforzar esta idea de ausencia y el rechazo que se tienen ambos. Sin embargo, por otros instantes se incorporan algunos recursos que no se sostienen en el tiempo, como la idea de convertir alguna escena en un musical para acentuar el drama y la fantasía de este muchacho, algo que ocurre solamente en los primeros episodios y luego no se vuelve a retomar.
En síntesis, con «Maricón Perdido» estamos frente a otra serie que explora las vicisitudes por las que tuvo que atravesar una figura pública, como sucedió con otra producción española que también se puede ver en HBO Max, «Veneno», la cual se centra en la vida de Cristina Ortíz Rodríguez, alias La Veneno. Es de esas historias que nos muestran los altibajos para plasmar la discriminación reinante en la sociedad, pero también para hablar sobre la superación, la fuerza y la tenacidad que tienen estas personalidades para salir adelante y convertirse en lo que quieren ser. Una forma interesante de acercarnos a Bob Pop para quien no lo conocemos y además reflexionar sobre temas tan universales como necesarios.
Tráiler:
Samantha Schuster