ENTREVISTAS

Rosendo Ruiz: “Mi próxima película será sobre cómo un chico de Córdoba en los ’70 se convierte en la Mona Jiménez”

Este jueves se estrenó “Casa Propia”, la nueva película de Rosendo Ruiz, la cual cuenta la historia de Alejandro, un docente de literatura de 40 años al que le toca transitar por una etapa personal compleja. Vive con su madre, quien fue diagnosticada con cáncer de pulmón, y mientras tanto busca un pequeño departamento para alquilar. Con su hermana tampoco tiene una muy buena relación, con la cual se disputa todo el tiempo quién puede cuidar a su mamá.

Cinéfilo Serial tuvo la oportunidad de entrevistar a Rosendo Ruiz, quien nos contó los pormenores de la construcción del relato de “Casa Propia”, desde la historia hasta los aspectos técnicos, y nos adelantó su nuevo e interesante proyecto.

¿Cómo surgió la idea de la película?

– Con Gustavo Almada e Inés Moyano estábamos justamente transitando la crisis de los ’40 y todo lo que eso conlleva. Y nos inspiramos también en las cosas que les pasaban a algunos de nuestro círculo cercano. En el que más nos inspiramos era en un amigo de clase media, media baja, profesor, que nos contó una situación que es la que nos llevó a armar una película alrededor. Y era que él tenía 30 y largos, vivía con la madre, la madre tiene una enfermedad terminal y un día el médico le dijo que no tenía más la enfermedad, que se había sanado. Vuelve a su casa y él en vez de ponerse contento, siente una profunda angustia y un deseo muy grande de que su madre muera, porque sentía que era la única forma de liberarse de ella, y económicamente no le daba para mantenerla, ella ya no trabajaba, y a la vez mantenerse él en otro lado, alquilando. El título Casa Propia es simbólico de lugar propio, ni cerca de poder comprar. Esa sensación de una persona, esa contradicción de sentir angustia porque tu madre está bien y vuelve a su casa se contradice con el amor que uno tiene por los padres. Nos parecía un muy buen punto de partida para construir la película alrededor de eso.

– Un fuerte de la película, más allá de que pasamos todo el tiempo con el protagonista, son todos los personajes secundarios, el amigo, la hermana, la pareja, la madre, quienes están muy bien interpretados, son personajes muy interesantes. ¿Cómo encontraste los actores para ellos?

– Con Gustavo Almada, que es el protagonista y escribí el guion con él, ya habíamos trabajado juntos en “De Caravana”, él hacía del personaje el Laucha, un personaje secundario importante. La hermana es Yohana Pereyra, quien en “De Caravana” era la co-protagonista, Sara. Ya los conocía, eran de un grupo de teatro con el que ya venía trabajando. Esta vez quise trabajar con actores del teatro independiente de Córdoba, que hay muchas producciones y muy buenos actores. Viendo teatro fui eligiendo quién iba para cada personaje y después tuve la posibilidad de trabajar con ellos.

– ¿Cuánto tiempo trabajaste con los actores?

– Mínimo tres, cuatro meses, pero muy tranquilo. Concordábamos los días de la semana que todos podíamos, muy relajado, disfrutándolo. Yo también pasé un tiempo por la escuela de teatro y nos gusta jugar al teatro. De paso nos divertíamos un rato, íbamos sacando líneas para la película.

– ¿Y ese juego se trasladó después en una cierta improvisación a la hora de realizar la película o se respetó el guion como estaba previsto?

– Siempre digo que si las películas las hubiera filmado un mes antes o dos meses después, hubieran sido bastante distintas, porque por más de que uno va al rodaje con un plan de rodaje bien apretado, tenes que filmar cuatro escenas por día y tenes horarios precisos, en el momento de dar acción yo autorizo a los actores a que si sienten algo nuevo, se les ocurre algo, porque ellos están mucho más cerca del personaje que yo, que lo propongan. Total si se fueron de mambo yo los paro o digo corte, vamos a otra toma, y consensuamos hasta dónde nos vamos. Hasta el momento del rodaje, yo les pido a los actores que sigan descubriendo y sintiendo a los personajes. Y como trabajamos con planos secuencia está bueno porque después no necesitas repetirlo tal cual. En siete, ocho retomas el actor puede encontrar cosas mejores.

– Con respecto a los planos secuencia, ¿fue algo que también se pensó desde antes? Porque la verdad es que se nota que estos planos le otorgan una mayor realidad y una mayor interacción entre los personajes.

– Estuvimos hablando mucho de la interpretación de los actores, pero para mí eso es una gran parte de lo que me interesa del cine y la otra gran parte es lo formal: los planos, la música, el fuera de plano, los movimientos de cámara, por qué un plano y por qué no otro. Estuvimos con Pablo González Galetto, el director de fotografía con el que siempre trabajé, visitando casi todas las locaciones, íbamos con una cámara más chica, tratando de encontrar los mejores puntos de vista para cada escena, inspirándonos esta vez en el cine rumano, que nos gusta mucho por la selección de la luz, la forma de filmar que son muy naturalistas, muy cálidos. Con ese tono de películas rumanas es que encaramos “Casa Propia”, con la posibilidad de buscar esos planos.

– También nombraste a la música como algo que te interesaba bastante, ¿cómo fue el uso de la música en la película porque es muy puntual el momento en el que elegís que haya música o aumentar la música ambiental?

– Generalmente me gusta introducir música realista, cuando haya música que sea porque está pasando en la escena, pero esta vez, como para mí “Casa Propia” es un drama o tragedia íntima, que para contrastar este realismo con el que vamos a ir viendo a Alejandro, yo sentía que había dos momentos muy importantes, en donde quería salir del realismo y naturalismo para poner una carga expresiva que tenía que ver con el interior de él. Son dos momentos en donde la tragedia aparece como una potencia gigantesca y queríamos que la música no pasara desapercibida sino estuviera en primer plano, y como representando lo que le estaba pasando al protagonista en su interior.

– ¿Ya estás trabajando en otro proyecto o preferís concentrarte primero en el estreno y difusión de Casa Propia?

–  Me gusta mucho filmar, hemos encontrado distintos modos de producción, no solo con el INCAA. “De Caravana” y “Casa Propia” fueron hechas con el INCAA, “Tres D” fue una película filmada en cuatro días, nos asociamos entre tres amigos y la pudimos filmar, y “Maturita” y “Todo el tiempo del mundo”, son también dos películas que están en la retrospectiva en la Sala Lugones, que son películas mucho más chicas a nivel de producción, que hicimos con colegios. El año pasado volvimos a hacer dos, que las estoy editando en este momento. Y con un proyecto grande, también con el INCAA, que justamente por estos problemas que hay en el INCAA no lo pudimos presentar, que es un policial negro, un film noir, Córdoba del ’70 que muestra qué le pasó a un chico de clase media, media baja, para terminar convirtiéndose en la Mona Jiménez. Esa película está un poco demorada, pero va a ser la puesta más fuerte que vamos a hacer hasta el momento. Está el guion hecho, tenemos a la Mona con nosotros, él va a hacer un personaje de un cantante de tango que siempre está en un prostíbulo, que él iba cuando tenía 18 años. Así que va a haber un cameo importante de la Mona. Creemos que vale la pena contar cómo nació este chico en un mundo completamente marginal, en ese momento el cuarteto era mala palabra en Córdoba. Estamos trabajando en eso.

Para escuchar la entrevista completa en el programa de radio (a partir del minuto 42:15) pueden hacerlo acá.  

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