Sam Tarly, un corazón puro y noble

Hijo mayor de Lord Randyll Tarly y de Lady Melessa Florent, Samwell Tarly nació en una familia noble, quien fue instruido para convertirse, llegado el momento, en el heredero de su Casa. Sin embargo, él no poseía los rasgos característicos de un Lord, e incluso fue relegado a segundo plano cuando nació su hermano varón, quien llevaría adelante el linaje familiar. Es por eso, que este tímido joven de buen corazón debió alistarse a la Guardia de la Noche para liberarle el camino a su hermano.

Al llegar a la Guardia de la Noche, Sam se distinguió desde un primer momento debido a tener un carácter más blando del que se necesitaba en aquel lugar. Es por eso que fue víctima de bullying por parte de sus compañeros, hasta que Jon Snow convenció al resto de dejarlo en paz. De esta forma, Sam fue asignado para servir al Maester Aemon.

Durante uno de los viajes de la Guardia de la Noche, Sam conoce a Gilly, una de las hijas de Craster, quien había quedado embarazada por su propio padre. Sam se enamora de ella y jura sacarla de aquel lugar. Asimismo, acampando realiza uno de los descubrimientos más importantes de la serie: encuentra armas hechas de vidrio de dragón, herramientas que utilizaban los primeros hombres y que servirían luego para derrotar a los White Walkers. Allí tiene su primer enfrentamiento con los caminantes blancos, quienes lo dejan vivir por alguna razón.

Los supervivientes regresan hacia lo de Craster, donde Sam es testigo del nacimiento del hijo de Gilly. El hombre solo conservaba a las mujeres para seguir procreando con ellas y los niños eran entregados a los White Walker. Es por eso que Sam busca guardar el secreto para preservarlo del terrible destino. Sin embargo, los White Walkers llegan hacia el lugar. Sam y Gilly intentan escapar pero uno de los caminantes quiere quedarse con el niño. A pesar de sus miedos, Sam lo mata con una daga de vidrio de dragón.

Al volver a Castle Black, Sam le advierte a Aemon de la llegada de los White Walkers y luego extienden esta advertencia al resto de Westeros. Frente a esta situación, Sam lleva a Gilly hacia Mole’s Town para trabajar como una mucama de un burdel, ya que tiene miedo de la seguridad de Castle Black. Sin embargo, el lugar es atacado por los salvajes, quienes mataron a todos los que se encontraban allí. Gilly y su hijo sobreviven gracias a Ygritte, futuro interés amoroso de Jon Snow. Mientras que Gilly logra llegar a Castle Black antes de que lo hagan los salvajes, Sam se ve obligado a participar de la batalla y mata a un Thenn Warg, que formaba parte de la gente libre que practicaban canibalismo.

En la quinta temporada la Guardia de la Noche tiene que encontrar un nuevo Lord Comandante y Sam propone que sea Jon, quien finalmente termina siendo elegido. Maester Aemon no se encuentra muy bien de salud, es por eso que Sam cuida de él hasta sus momentos finales, mientras que invierte su tiempo investigando acerca de los White Walkers. De esta manera, Sam se interesa en ir a la Ciudadela en Oldtown para continuar entrenando como un Maester (ya que nunca se convertiría en soldado) y de paso brindarle un lugar seguro a Gilly luego de un intento de violación por parte de sus compañeros en la Guardia. El único inconveniente es que no permiten mujeres en la Citadel, es por eso que Sam intenta llevarla a Gilly y a su hijo al hogar de los Tarly. Sin embargo, el padre de Sam no puede afrontar el hecho de que su hijo sea alguien débil, que no esté preparado para pelear, a pesar de que Gilly confiesa que ha matado a un White Walker, revelando, también, que ella es una salvaje. Randyll no lo toma muy bien pero igualmente le permite a Gilly quedarse en su hogar, bajo la condición de que sea una sirvienta, y le prohíbe a Sam volver a casa. Pero Sam no permite este insulto y todos se van hacia la Ciudadela, no sin antes robarle la espada de la Casa Tarly hecha con acero valyrio.

La estadía en Oldtown no es muy prolífica. Sam pensaba hacer muchos más avances de lo que realmente puede hacer allí. Solamente Archmaester Ebrose cree en sus palabras sobre los White Walkers, pero de todas formas le prohíbe acceder a ciertos textos para aprender más sobre estas criaturas, debido a que existe un protocolo a seguir. Igualmente, Sam le roba la llave y empieza a leer estos libros, descubriendo un lugar con una gran cantidad de vidrio de dragón que podrían utilizar para vencer a los White Walkers. Es así como le hace saber a Jon la ubicación del lugar, que casualmente se encuentra en Dragonstone, propiedad de los Targaryen.

Por otro lado, Sam también se encuentra allí con Jorah Mormont, quien está infectado con una enfermedad terminal, pero el joven logra encontrar una cura a pesar de que tampoco dejan tratarlo, algo que él hace de todas maneras. Sin embargo, Sam es castigado y confinado a reescribir todos los textos que tienen peligro de descomposición. Pero él sabe que está para mucho más que eso y escucha a los maestres hablando sobre que los White Walkers ya están llegando al muro. En medio de la investigación, Gilly encuentra un diario que dice que Rhaegar Targaryen había anulado su casamiento con Elia Martell y que en su lugar se había casado con Lyanna Stark en secreto. Si bien al comienzo Sam no entiende la importancia de esta información, después terminará siendo vital para el futuro de Westeros.

Al final de la séptima temporada, Sam abandona Oldtown junto a Gilly y su hijo para emprender camino hacia Winterfell. Allí se encuentra con Bran, quien le cuenta, finalmente, que Jon es el hijo bastardo de Rhaegar y Lyanna, a lo que él responde que en realidad es un hijo legítimo debido a que el matrimonio anterior había sido anulado. De esta manera se enteran de que Jon es un Targaryen y el legítimo heredero al trono.

En la octava temporada, Sam se encuentra con Daenerys Targaryan, quien le agradece por haber salvado la vida de Jorah, pero además le confiesa que mató a su padre y a su hermano por no considerarla como reina luego de un enfrentamiento que tuvo con los Lannister. Esto no le cae muy simpático a Sam, quien, instigado por Bran, le cuenta a Jon su verdadera identidad.

Durante la Batalla de Winterfell, Sam iba a quedarse en la cripta para cuidar a Gilly y al pequeño Sam, pero finalmente decide pelear, debido a que es uno de los personajes que más White Walkers mató a lo largo de la serie. La espada de su familia se la otorga a Jorah y él se las rebusca para sobrevivir. Una vez finalizada la misma, y cuando la mayoría de los supervivientes viajan al Sur para pelear contra Cersei, Sam se queda en el Norte junto a los Stark y le confiesa a Jon que está esperando un hijo con Gilly.

Si bien Sam nunca estuvo destinado a pelear y convertirse en un gran caballero, siempre preservó su noble corazón para realizar distintas tareas. Predispuesto a llevar a cabo diversas acciones y defender a los suyos más allá de sus habilidades, la inteligencia e ingenio de Sam fueron lo que lo salvaron en varias oportunidades y cuyos descubrimientos no solo lanzaron a la luz la verdad sino también consiguió ayudar a muchos personajes de su alrededor.

Samantha Schuster

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