«Toy Story», la película que revolucionó la industria del cine animado

La primera película animada data de 1917 dirigida por el argentino Federico Valle con los dibujos de Quirino Cristiani. Se trató de «El Apóstol», una sátira política en la que un hombre, Hipólito Yrigoyen, al morir va al cielo y bombardea con rayos la ciudad de Buenos Aires para limpiarla de la corrupción e inmoralidad. Al año siguiente Cristiani produjo otro film, que no tuvo la misma repercusión que la historia anterior. «Sin Dejar Rastros» denunciaba un acontecimiento de la Primera Guerra Mundial, siendo censurada por el gobierno el día del estreno.

En 1937 Walt Disney marcaría un cambio en la forma de hacer cine de animación, imponiendo ciertas técnicas particulares y adaptando las historias de los cuentos clásicos de la literatura. En esa oportunidad fue «Blancanieves y los siete enanitos» el primer largometraje de la compañía, que muchos consideran también como el primer film animado.

Otro de los grandes hitos dentro del cine de animación proviene de la creación de Pixar, que comenzó a operar como The Graphics Group, la división computacional de Lucasfilm en 1979. Luego fue adquirida por Steve Jobs, quien la estableció como una empresa independiente de animación, para luego ser adquirida en 2006 por Disney. En 1995, Pixar realizó su primera película, «Toy Story», la cual también generó una revolución dentro de la industria, imponiendo un sello propio de calidad para cada uno de sus productos.

En 1988, John Lasseter creó un corto animado llamado «Tin Toy», que se centraba en Tinny, un juguete de hojalata que trataba de escaparse de Billy, un chico destructivo. Es así como años después recuperó está historia para realizar su primer largometraje, que consistiría en una cinta contada desde la perspectiva de pequeños juguetes. Si bien al principio costó encontrar una trama interesante, finalmente se desarrolló lo que hoy conocemos como «Toy Story».

Además de ser la primera película íntegramente realizada por computadora, “Toy Story” cambió la forma de hacer cine de animación, creando una maravillosa historia para chicos y grandes, con personajes entrañables y un universo tan fantástico como creíble dentro de su lógica.

Los personajes de «Toy Story» fueron teniendo distintas aventuras a lo largo de la trilogía, como también un desarrollo particular de sus personalidades. En el film de 1995, Woody y el resto de los juguetes de Andy esperan nerviosamente la llegada de nuevas incorporaciones debido al cumpleaños de su dueño. Es así como aparece Buzz Lightyear, el juguete del momento, quien reemplaza a Woody como el favorito de Andy. El vaquero buscará la manera de deshacerse de Buzz, aunque luego deba ir a buscarlo.

La secuela de 1999 se centra en la desaparición de Woody luego de una venta de jardín, en donde un coleccionista se lo robó para llevarlo a un museo en Japón. Allí conocerá a otros juguetes que forman parte de la misma colección, como Jessie o Tiro al Blanco, pero el vaquero querrá regresar a casa con su familia. Por su parte, los juguetes de Andy harán lo imposible para encontrarlo.

Años después, en 2010, se estrenó lo que se creía que iba a ser la tercera y última película de «Toy Story», donde un Andy ya crecido se mudaba a la universidad y debía decidir qué hacer con sus juguetes. Si bien quería conservar a Woody y sus amigos, los mismos fueron confundidos con basura. Y antes de ser tirados, los mismos eligen ir a una guardería, donde al principio será todo color de rosas, pero detrás habrá una organización maléfica que controlará todo.

En cada una de las películas, «Toy Story» nos brindó grandes historias, con buenos gags que quedaron resonando muchos años después, y personajes muy queribles, no solo los protagonistas, sino también aquellos papeles secundarios. No solo impactó por su animación por computadora, además género una montaña rusa de emociones, provocando desde la risa al llanto (sobre todo en su última entrega) y dejando hermosos mensajes tanto para los chicos como los adultos.

Este jueves se estrena la cuarta entrega, que esta vez sí parecería ser la última, con una historia un tanto distinta pero que conservaría la esencia de esta película que significó un antes y un después en el cine de animación.

 

Samantha Schuster

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