25º BAFICI: «Le Procès Goldman» de Cédric Kahn (2024)
Pierre Goldman fue un activista de extrema izquierda francés nacido a fines de la Segunda Guerra Mundial que fue condenado a cadena perpetua por cuatro robos a mano armada, uno de los cuales terminó con dos mujeres asesinadas. Si bien él mismo reconoció haber cometido tres atracos, negaba rotundamente haber causado la muerte de dos farmacéuticas y haber herido a un cliente y un policía de civil. De esta manera, y con gran presión de grupos de izquierda y de la prensa, la Corte de Casación francesa anuló el primer veredicto y convocó a un segundo juicio. «Le Procès Goldman», película de Cédric Kahn, reconstruye este suceso de una manera atrapante.
Basado en hechos reales, «Le Procès Goldman» es un drama judicial puro y duro. No vamos a ver otra cosa que no sea al condenado, los jueces, abogados, el jurado y el público atendiendo a dos horas del juicio. Es así como el director tenía la desafiante tarea de mantener la atención del espectador frente a una historia donde todo pasa por los diálogos y las actuaciones de su elenco verborrágico que no hace otra cosa que decir sus líneas. Sin embargo, en ningún momento el film se torna aburrido o pierde nuestro foco, ya que lo que dicen y cómo lo dicen resulta ser bastante interesante para atraparnos hasta el final, donde finalmente queremos saber si nuevamente van a declarar que Goldman es culpable o si van a cambiar su veredicto a inocente.
Además de repasar el caso en sí a través de distintos testimonios que van contando lo que ellos consideran que vieron o que pasó, empiezan a surgir ciertos temas interesantes e importantes que condicionan un poco la mirada y la credibilidad de cada uno de los implicados. Por ejemplo, existen muchas versiones confusas o contradictorias entre lo que algunos declararon durante el primer juicio o cuando le tomaron la declaración en la comisaría y lo que dicen ahora. Es ahí donde se expone la presión policial para obtener ciertas confesiones que se orienten más hacia un resultado determinado.
Por otro lado, Goldman es un judío polaco, por lo que el racismo (también hay mucha presencia de afrodescendientes y latinoamericanos relacionados con el protagonista) y el antisemitismo están muy presentes en el juicio. Por momentos no sabemos si realmente es un reflejo de quienes lo acusaban o si él se escudaba frente a estas cuestiones para conseguir la libertad, pero de todas maneras son temas que se ponen en el tapete y que nos lleva a la reflexión.
Como decíamos al principio, el elenco tiene que realizar un trabajo descomunal para llevar a buen puerto las palabras, porque depende mucho de ellos de tener atrapado al espectador, y por suerte lo logra con creces. Arieh Worthalter se pone en la piel de Pierre Goldman, un hombre con una personalidad fuerte, que no escucha a los demás sino que hace lo que quiere, explosivo, que tal vez no genera demasiada empatía en el público pero que parece una persona honesta y creíble. Quienes hacen de los abogados de ambas partes también hacen una muy buena tarea con sus monólogos y tratando de pinchar a los testigos para sacarles confesiones que los beneficie a cada uno de ellos.
En síntesis, «Le Procès Goldman» es un logrado drama judicial que se sustenta del valor de la palabra, las interacciones y los monólogos, como también de un gran elenco que le pone mucho empeño y pasión para recrear a sus personajes. Podría haber sido un film aburrido porque no cambia el escenario y es puro diálogo pero realmente todos hacen un muy buen trabajo para evitarlo. A través del caso, se ahonda en una serie de temas interesantes que nos van a poner a reflexionar.
«Le Procès Goldman» forma parte de la sección Trayectorias del 25º BAFICI y se puede ver el sábado 27 a las 22 hs y el domingo 28 a las 14 hs en el Cinépolis Houssay (Sala 4).
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster