38º MDQ Film Fest: «Do Not Expect Too Much From The End of The World» de Radu Jude (2023)
Después de su film «Sexo Desafortunado o Porno Loco», el director rumano Radu Jude vuelve al cine con su nueva propuesta «Do Not Expect Too Much From The End of The World», una película que ofrece una premisa interesante pero que se va diluyendo por su larga duración sin demasiada justificación, algunas decisiones arbitrarias y una narración un tanto pesada.
«Do Not Expect Too Much From The End of The World» sigue a Angela (Ilinca Manolache), una asistente de producción que debe filmar el casting de distintas personas que sufrieron un accidente en su lugar laboral que quieren participar de un video sobre «seguridad en el trabajo», con el objetivo de que la empresa pueda concientizar a sus empleados sobre los peligros que existen. Es así como va a ir deambulando por la ciudad de Bucarest buscando estos testimonios, quejándose de la cantidad de horas extra que tiene que trabajar y tratando de encontrar en unos videos que realiza como su alterego un poco de diversión entre tanto estrés.
La historia de Angela, que al comienzo se desarrolla a cuentagotas y con bastante misterio alrededor de lo que hace, se va intercalando con fragmentos de la película rumana «Angela Goes On» (Lucian Bratu, 1981), donde una mujer conduce un taxi y se ve envuelta en varias situaciones. Si bien se relaciona con un personaje que vamos a conocer más adelante, no se termina de entender bien la razón por la cual el director decidió incorporar estas escenas. Tal vez para mostrar otra mujer arriba de un auto, explotada por el trabajo y el capitalismo, quien debe aguantar distintas actitudes de sus pasajeros, algunas vinculadas con el machismo, pero de todas maneras no termina de encajar. Mientras la primera trama está filmada en blanco y negro, la segunda se ve a color, con una calidad que claramente nos remite a varios años atrás y con algunos movimientos de cámara repetitivos.
En general, la película nos propone un drama absurdo con algunos momentos graciosos para realizar una crítica a la explotación laboral, el capitalismo, el mundo digital de los influencers, entre otras cuestiones, aunque se toma demasiado tiempo para contar la historia. Probablemente Jude nos quiere hacer sentir el largo rato por el cual su protagonista recorre las calles de Bucarest para buscar los testimonios deseados, y generarnos la misma pesadez que siente ella pero por momentos esta sensación es bastante excesiva, y con una duración un poco menor (dura 2 horas 43 minutos) podría haber sido un poco más dinámica y directa. Existen algunos instantes en los cuales la cámara no deja de rodar y podemos ver en tiempo real y como si de un documental se tratara todo lo que van diciendo y haciendo los personajes.
Ilinca Manolache hace un buen trabajo para componer a la protagonista, que está durante mucho tiempo en pantalla, mostrando su agotamiento pero a la vez la onda que le pone para llevar adelante su día. Además, tenemos la participación de Nina Hoss («Barbara», «Tar»), que si bien es bastante breve, la actriz alemana siempre encuentra la manera de hacer notar su presencia con una buena interpretación de una jefa austríaca que llega a Bucarest para poner orden.
La música es uno de sus puntos a destacar, ya que la protagonista escucha todo el tiempo canciones pop y movidas para no quedarse dormida durante sus viajes, y genera una buena sensación en el espectador. Lo mismo ocurre con la ambientación, que vamos descubriendo distintos rincones de la ciudad.
En síntesis, «Do Not Expect Too Much From The End of The World» es una película que nos ofrece una premisa interesante, una crítica asertiva y algunos momentos graciosos pero que se ve perjudicada por su larga duración, la decisión de querer comparar dos historias sin demasiada justificación y generar un clima pesado y denso para el espectador que seguramente va a sentir que todo se podría haber contado en menos tiempo.
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster