38º MDQ Film Fest: «Pobres Criaturas» de Yorgos Lanthimos (2023)
Probablemente Yorgos Lanthimos sea uno de los directores más interesantes que tiene el cine contemporáneo. El autor de origen griego alcanzó el reconocimiento y la popularidad internacional con «La langosta» (2015), su primera película fuera de casa (más allá que «Dogtooth» había captado el ojo de la cinefilia y el circuito festivalero tras su paso por Cannes, Sitges y su nominación a los Oscars en 2009 como Película de Habla no Inglesa), a la cual le siguió «El Sacrificio del Ciervo Sagrado» (2017) y dos años más tarde «La Favorita» (2019) que contó con varias nominaciones a los premios de la Academia de Hollywood. Lanthimos había demostrado que podía armar historias sumamente personales con mundos complejos y un imaginario visual muy rico sin «venderse» a la industria y al mismo tiempo logrando el interés del público.
«Pobres Criaturas», su nueva apuesta, continúa yendo en la misma dirección. La misma adapta la novela homónima del escritor escocés Alasdair Gray, que cuenta la historia de Bella Baxter (Emma Stone), una mujer adulta que es revivida luego de suicidarse, a la cual le implantaron el cerebro de un bebé. La mujer es traída a la vida por el científico Godwin «God» Baxter (Willem Dafoe) que realiza unos extraños experimentos en una Londres retrofuturista de tintes fantásticos. La joven mujer es obligada a permanecer en el castillo, aunque cada día que pasa esta más ansiosa por aprender y descubrir el mundo. Harta de permanecer en cautiverio, Bella se escapa con Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), un sofisticado y perverso abogado que intenta seducirla con aventuras en tierras lejanas al mismo tiempo en que entra en un vínculo coercitivo. Libre de los prejuicios de su época, Bella comienza a defender la igualdad y la liberación femenina.
El relato claramente funciona como una especie de homenaje a «Frankenstein» de Mary Shelley (y también a su versión cinematográfica de 1931 dirigida por Janmes Whale y protagonizada por Boris Karloff, especialmente desde lo visual planteando el blanco y negro para el primer acto de la película donde Bella se encuentra apresada) pero con una visión moderna y feminista que habla de la lucha por los derechos de las mujeres y la paridad de género, obviamente desde la perspectiva de Lanthimos totalmente vestida de extrañamiento y excentricidades. Bella descubre el mundo exterior (ahí es cuando la imagen cambia de aspecto y vemos todo en colores ultra saturados y estridentes) dando paso lentamente al despertar del personaje de Stone.
La liberación de las imposiciones de los hombres comenzará con el estudio del sexo, la exploración de ciudades desconocidas e incluso con la lectura de filósofos diversos. Si bien podrá no ser tan sutil el punto de vista de la película, estos elementos son presentados con maestría a lo largo de los 141 minutos de la cinta, donde se nos va introduciendo con cuidado en el universo pergeñado por Lanthimos, el cual vamos descubriendo, de alguna manera, tal como Bella que es una infante mentalmente, y poco a poco va dándose cuenta del mundo que la rodea y sus condicionamientos. El impresionante trabajo de guion, escrito por Tony McNamara («La Favorita», «Cruella»), nos ofrece una fábula con tintes victorianos y retrofuturistas que ayudan a construir esa confusión tanto de la protagonista como del espectador, haciendo que paso a paso comiencen a salir de la caverna platónica propuesta por el autor (representada a través de la casa del científico y los mandatos patriarcales).
Visualmente la película es inobjetable en parte gracias al magnífico aporte de Robbie Ryan en fotografía con quien ya había trabajado en «La Favorita», contribuyendo a crear esa impronta visual bastante distintiva con diversidad de planos, el uso de gran angulares que deforman la visión en ciertos pasajes y una cámara activa que propone ser un personaje más deambulando por los decorados. Por otro, el diseño de producción es demencial, ayudando a construir ese ecléctico y particular universo que propone el director. El vestuario, el maquillaje y los efectos visuales junto con los decorados antes mencionados nos sumergen de lleno en su microcosmos surrealista.
Por el lado interpretativo, siempre está el cumplidor Dafoe que hace de esta especie de científico loco preso de su trasfondo familiar aunque con el corazón bien puesto, un desconocido y correcto Mark Ruffalo que explora un registro fuera de su zona de confort y un Ramy Youssef que parece ser la voz de la racionalidad y la cordura dentro de ese mundo grotesco. Demás estas decir que la película no sería la misma sin la presencia de Emma Stone quien vuelve a demostrar que es una de las grandes actrices de su generación y que puede ir hacia terrenos más desafiantes que sus colegas en pos de conseguir grandes resultados como el que aquí nos otorga.
«Pobres Criaturas» sigue la línea estilística de los relatos previos de Lanthimos aunque incluye nuevos ejes temáticos a tratar. Como es habitual el director busca generar un gran conjunto de sensaciones tales como incomodidad, extrañeza, fascinación y entretenimiento. Todo esto es posible gracias a la fortaleza de su guion que aglutina desde la irreverencia de la comedia feminista hasta el drama y el fantástico más puro y duro. A su vez, es probablemente la película más «optimista» y «alegre» del griego.
Puntaje:
Tráiler:
Martín Goniondzki