39° MDQ Film Fest: «Sing Sing» de Greg Kwedar (2024)
El arte como escapismo y catarsis que se transforma además en un elemento integrador. Colman Domingo protagoniza este profundo drama carcelario que, a diferencia de otros relatos de la misma índole, pone el foco en un programa artístico que toman los presidiarios en lugar de centrarse en las miserias de sus vidas cotidianas.
«Sing Sing» comprende un largometraje dirigido por Greg Kwedar, el cual tiene lugar en la prisión de máxima seguridad del título. Esta interesante propuesta de alguna forma se ubica entre la ficción y el documental, ya que mezcla la utilización de actores con presos reales para componer al elenco que vemos en pantalla.
El film cuenta la historia real de un grupo de presos de la famosa correccional Sing Sing. Estos hombres montan un taller de teatro, el cual representa una obra cada seis meses. Es a través de la actuación y el arte que este grupo, liderado por John «Divine G» Whitfield (Colman Domingo), el más entusiasta y comprometido de los convictos, que encuentran una forma de escapar momentáneamente del crudo entorno en el cual están apresados y de alguna forma hallar un propósito que los mantenga enfocados mientras cumplen sus condenas. Para ello contarán con la ayuda del profesor Brent (Paul Raci, a quien podemos recordar de la sólida «Sound of Metal»), quien sirve de mediador, organizador de las obras y mentor artístico que los ayudará a materializar sus deseos.
Dejando de lado a Domingo y Raci, el resto del elenco son ex-presidiarios que formaron parte del programa real y se interpretan a ellos mismos en esta historia que busca contar sus experiencias como artistas y también como presos. Ahí reside uno de los mayores aciertos de la propuesta de Kwedar, en una sólida puesta en escena que le da una impronta de veracidad utilizando algunos recursos del documental, y el tremendo trabajo en la dirección de actores, que más allá de las experiencias en el taller, no son personas con una formación profesional.
Cada personaje está atravesando su propio viaje y varias de las subtramas son lo bastante potentes como para enriquecer a un ya interesante conflicto principal. La inclusión del preso más complicado y rudo, llamado Divine Eye, que busca formar parte del taller, una muerte que pone en jaque al clan, las diferencias en los puntos de vista, entre otras cuestiones más irán pintando la imagen completa de estas personas que debajo de sus imágenes de criminales, presentan una realidad más compleja y humana.
En sus formas puede resultar algo convencional y en su mensaje un poco demagógica, no obstante, «Sing Sing» trae aparejada una sensación de fragilidad y sensibilidad que probablemente esté relacionada con el hecho de que los propios ex convictos se están representando a sí mismos, dejando de lado sus prejuicios para retratar apasionadamente sus historias. Ese tinte de veracidad y esa arriesgada apuesta del director es lo que distinguen a este potente drama carcelario de muchos otros.
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Tráiler:
Martín Goniondzki