Crítica de “Alanis” de Anahí Berneri (2017)

Alanis es madre de Dante y se desempeña como prostituta en un departamento privado que comparte con Gisela, amiga, compañera y niñera de su hijo cuando está trabajando. Un día, haciéndose pasar por clientes, llegan dos inspectores que le clausuran el lugar y Alanis deberá no solo conseguir un trabajo, sino un sitio para vivir.

Podríamos definir a “Alanis” como una propuesta transgresora y necesaria dentro del cine argentino, porque no es una historia que se aborde con frecuencia en la pantalla grande ni tampoco es algo que se hable sin tapujos en la sociedad. La directora Anahí Berneri (“Aire Libre”) pone foco en mostrar un trabajo como cualquier otro, siendo una elección de vida y no una única opción.

A pesar de exponer las dificultades diarias de la protagonista, como colegas que cuidan su territorio, clientes pretenciosos, complicaciones con las autoridades, no se lo hace desde una mirada crítica o prejuiciosa, sino que la cámara se convierte en una mera observadora de su cotidianeidad.

En cuanto a la parte técnica, si bien el film resulta ser bastante sencillo, existen algunos planos dignos de destacar, que hacen a la narración de la historia.

La película presenta incomodidad, realismo y humor, mezclados de una forma bastante equilibrada para generar cierta presencia y que su historia valga, sea polémica y debatible fuera del cine y no quede únicamente dentro de la sala.

No tienen miedo de exponer el cuerpo, aunque eso pueda generar incomodidad en la audiencia, porque justamente buscan generar ese sentimiento, al mismo tiempo que provocar cierta naturalidad, que no siempre es tomado así en el cine (o nuevamente dentro de la sociedad, aunque se trate solamente de una madre amamantando a su hijo).

Esto recae sobre todo en la gran actuación de Sofía Gala Castiglione, quien sabe llevar muy bien a cabo su protagónico. Exhibe su cuerpo, sus sentimientos y comprende a su personaje de tal manera que logra traspasar la pantalla. Algunos de los mejores momentos están dados cuando comparte escenas con su hijo verdadero, Dante, quien se roba la mirada del público. Con tan solo un año y medio tiene un gran carisma.

En síntesis, “Alanis” es una película que se anima a mostrar una historia más allá de los límites establecidos convencionalmente en el cine nacional. Son tramas que no se suelen exponer y es por eso que se convierten en esenciales. Con sentimientos de incomodidad justificada, realismo crudo y humor, una hermosa química entre Sofía y Dante, la nueva producción de Berneri cumple con su objetivo.

Puntaje:

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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